Extremófilos: definición y ejemplos de vida en condiciones extremas

Extremófilos: qué son, cómo sobreviven y ejemplos sorprendentes de vida en calor, frío, alta presión, salinidad y acidez. ¡Explora la vida en los ambientes más extremos!

Autor: Leandro Alegsa

Un extremófilo es un organismo (un ser vivo) que vive mejor en condiciones extremas que son perjudiciales para la mayoría de la vida en la Tierra. Son diferentes de los organismos que viven en lugares normales, llamados mesófilos o neutrófilos.

En los años 80 y 90, los biólogos descubrieron que los microbios pueden sobrevivir en entornos extremos. Se trata de nichos que son extremos de alguna manera. Pueden ser extremadamente calientes, o fríos, o secos, o bajo una enorme presión, o muy salados o ácidos. Los organismos complejos, como los animales o las plantas, no pueden vivir en estos entornos.

Algunos científicos sugieren que la vida podría haber comenzado en la Tierra en respiraderos hidrotermales situados muy por debajo de la superficie del océano. Entornos como los océanos calientes, las fuentes termales y los respiraderos hidrotermales de las profundidades oceánicas habrían sido comunes durante el eón Arcaico, hace unos 3.900 millones de años. Las primeras formas de vida vivían en esas condiciones.

¿Qué tipos de extremófilos existen?

Los extremófilos se clasifican según la condición extrema a la que están adaptados. Entre los grupos principales se incluyen:

  • Termófilos: prosperan a temperaturas altas (por ejemplo, 45–80 °C). Los hipertermófilos tienen óptimos aún mayores (>80 °C).
  • Psicrófilos o criófilos: viven a temperaturas muy bajas (por ejemplo, < 15 °C), típicos de hielos y aguas polares.
  • Halófilos: toleran o requieren altas concentraciones de sal (salinidades similares o superiores al agua de mar).
  • Acidófilos y alcalófilos: viven en ambientes con pH muy bajo (ácidos) o muy alto (básicos), por ejemplo pH < 3 o > 9.
  • Piezófilos (o barófilos): toleran presiones muy altas, como las que se encuentran en las profundidades oceánicas.
  • Xerófilos: soportan condiciones extremadamente secas.
  • Radio- y quimio-resistentes: toleran niveles elevados de radiación o compuestos químicos tóxicos.

Ejemplos concretos

  • Thermus aquaticus: bacterias termófilas de fuentes termales; su enzima Taq polimerasa es clave para la técnica de PCR en biología molecular.
  • Pyrolobus fumarii: arquea hipertermófila encontrada en respiraderos hidrotermales, puede crecer a temperaturas superiores a 100 °C.
  • Deinococcus radiodurans: conocida por su extraordinaria resistencia a la radiación y su eficiente reparación del ADN.
  • Halobacterium salinarum: arqueas que prosperan en salmueras saturadas y que muestran pigmentos que les dan colores morados/rosados.
  • Acidithiobacillus ferrooxidans y otros bioleudadores: acidófilos usados en la biominería para extraer metales mediante procesos biológicos.
  • Tardígrados (phylum Tardigrada): no son extremófilos estrictos, pero son extremadamente resistentes a la desecación, radiación y temperaturas extremas en estado criptobiótico.

Adaptaciones biológicas que permiten vivir en extremos

Para sobrevivir en condiciones adversas, los extremófilos han desarrollado adaptaciones a nivel molecular, celular y ecológico:

  • Proteínas y enzimas estables: estructuras que soportan altas temperaturas o grandes cambios iónicos.
  • Membranas celulares especiales: lípidos resistentes al calor o a salinidades extremas (por ejemplo, ether-lípidos en muchas arqueas).
  • Mecanismos de reparación del ADN muy eficientes (importante frente a la radiación).
  • Acumulación de solutos compatibles (osmoprotectores) para equilibrar grandes diferencias de salinidad o sequía.
  • Metabolismos químicos únicos: algunos usan compuestos inorgánicos (sulfuro, hierro, hidrógeno) como fuentes de energía en ausencia de luz.

Hábitats típicos en la Tierra

Los extremófilos ocupan una amplia variedad de entornos naturales y artificiales:

  • Respiraderos hidrotermales y fuentes termales (alta temperatura, alta presión, químicamente ricos).
  • Regiones polares y glaciares (frío extremo, poca agua líquida estable).
  • Salinas, lagos hipersalinos y depósitos salinos (alta salinidad).
  • Ambientes ácidos como minas y depósitos volcánicos; ambientes alcalinos como algunos lagos y suelos.
  • Profundidades marinas con alta presión y poco oxígeno.
  • Ambientes contaminados con metales pesados, radiación o compuestos tóxicos donde sobreviven organismos resistentes.

Origen de la vida y astrobiología

El hallazgo de extremófilos amplió las ideas sobre dónde puede existir vida. La hipótesis de que la vida surgió en respiraderos hidrotermales se refuerza porque estos ambientes proporcionan energía química y condiciones compatibles con metabolisms primitivos. Además, el estudio de extremófilos guía la búsqueda de vida fuera de la Tierra: si organismos pueden vivir en temperaturas extremas, alta salinidad o alta radiación, entonces mundos como Marte, las lunas heladas (Europa, Encélado) o exoplanetas podrían albergar formas de vida microbiana o trazas biológicas.

Aplicaciones biotecnológicas

Los extremófilos y sus enzimas tienen numerosas aplicaciones prácticas:

  • Enzimas termoestables (como la Taq polimerasa) en la biotecnología y diagnóstico molecular.
  • Biominería y bioleaching para extraer metales mediante microorganismos acidófilos.
  • Bioremediación en ambientes contaminados, aprovechando microbios resistentes a tóxicos.
  • Producción industrial de enzimas que funcionan en condiciones extremas (pH, sal, temperatura) para detergentes, procesos químicos y alimentarios.

Cómo se estudian

Los científicos usan varias técnicas para investigar extremófilos:

  • Muestreo in situ con equipos resistentes a las condiciones (sumergibles, bombas, sondas).
  • Cultivos en laboratorio que reproducen temperaturas, presiones, pH o salinidades extremas.
  • Secuenciación del ADN y metagenómica para identificar microorganismos que no se pueden cultivar fácilmente.
  • Estudios bioquímicos y estructurales para entender la estabilidad de proteínas y membranas.

En resumen, los extremófilos demuestran la enorme capacidad de la vida para adaptarse. Su estudio no solo esclarece el pasado de la biosfera y las posibilidades de vida extraterrestre, sino que además aporta herramientas valiosas para la ciencia y la industria.

Los termófilos, un tipo de extremófilos, producen algunos de los colores brillantes del Gran Manantial Prismático, en el Parque Nacional de YellowstoneZoom
Los termófilos, un tipo de extremófilos, producen algunos de los colores brillantes del Gran Manantial Prismático, en el Parque Nacional de Yellowstone

Tipos de extremófilos

La mayoría de los extremófilos conocidos son microbios. El dominio Archaea tiene ejemplos bien conocidos de extremófilos, pero algunas bacterias también son extremófilas. Es un error utilizar el término extremófilo para todas las arqueas, ya que algunas de ellas son mesófilas. No todos los extremófilos son unicelulares: en algunos ambientes extremos hay animales que son multicelulares.

Algunos organismos extremófilos pertenecen a varias categorías. Por ejemplo, los organismos que viven en el interior de las rocas calientes de las profundidades de la superficie terrestre son tanto termófilos como barófilos.

Acidófilos

Un organismo que crece mejor en niveles de pH de 3 o menos.

Alkaliphiles

Un organismo que crece mejor a niveles de pH de 9 o más

Endolitos

Organismo que vive en espacios microscópicos dentro de las rocas, fisuras, acuíferos y fallas llenas de agua subterránea a gran profundidad.

Halófilos

Un organismo que necesita una alta concentración de sal para crecer.

Hipertermófilo

Organismo que puede vivir bien a temperaturas de entre 80 y 122 °C, como en los respiraderos hidrotermales del océano profundo.

Hipólitos

Un organismo que vive dentro de las rocas en los desiertos fríos.

Litoautótrofos

Organismo (generalmente bacterias) que sólo obtiene carbono del dióxido de carbono y de la oxidación inorgánica. Son quimiolitótrofos, como Nitrosomonas europaea. Estos organismos obtienen energía de compuestos minerales como las piritas de hierro. Actúan en el ciclo geoquímico y en el desgaste de la roca madre para formar el suelo.

Metalotolerante

Estos organismos no se ven perjudicados por los altos niveles de metales pesados disueltos en la solución, como el cobre, el cadmio, el arsénico y el zinc.

Oligótrofo

Un organismo que puede crecer en entornos con muy pocos nutrientes.

Osmófilo

Un organismo que puede crecer en ambientes con mucho azúcar.

Piezophile

Organismo que vive mejor bajo alta presión, como en las profundidades de la superficie terrestre y en las fosas oceánicas.

Poliextremófilo

Un organismo que se encuentra en más de una categoría de extremófilos.

Psicófilo/Criófilo

Organismo que crece mejor a temperaturas de 15 °C o inferiores. Son comunes en los suelos fríos, el permafrost, el hielo polar, el agua fría del océano y bajo la nieve en las altas montañas.

Radioresistente

Organismos que pueden vivir con altos niveles de radiación ionizante. Por lo general, esto se refiere a la radiación ultravioleta, pero también hay algunos organismos que pueden reparar los daños causados por la radiación gamma.

Termófilo

Un organismo que puede vivir bien a temperaturas entre 60-80 °C.

Termoacidófilos

Un organismo que es a la vez termófilo y acidófilo. Crece mejor a temperaturas de 70-80 °C y con un pH entre 2 y 3.

Xerófilo

Un organismo que puede crecer en lugares extremadamente secos, como el desierto de Atacama.

Preguntas y respuestas

P: ¿Qué es un extremófilo?


R: Un extremófilo es un organismo vivo que prospera en entornos extremos que son perjudiciales para la mayoría del resto de la vida en la Tierra.

P: ¿En qué se diferencian los extremófilos de otros organismos?


R: Los extremófilos se diferencian de otros organismos que viven en lugares normales, llamados mesófilos o neutrófilos.

P: ¿Cuándo descubrieron los biólogos que los microbios pueden sobrevivir en ambientes extremos?


R: Los biólogos descubrieron que los microbios pueden sobrevivir en entornos extremos en las décadas de 1980 y 1990.

P: ¿Cuáles son algunos ejemplos de entornos extremos en los que los microbios pueden sobrevivir?


R: Los ambientes extremos en los que los microbios pueden sobrevivir pueden ser extremadamente calientes, o fríos, o secos, o bajo una enorme presión, o muy salados o ácidos.

P: ¿Por qué los organismos complejos, como los animales o las plantas, no pueden vivir en entornos extremos?


R: Los organismos complejos, como los animales o las plantas, no pueden vivir en entornos extremos porque no están adaptados para sobrevivir en esas condiciones.

P: ¿Dónde sugieren algunos científicos que pudo comenzar la vida en la Tierra?


R: Algunos científicos sugieren que la vida puede haber comenzado en la Tierra en respiraderos hidrotermales muy por debajo de la superficie del océano.

P: ¿Cuándo fueron comunes entornos como los océanos calientes, las fuentes termales y los respiraderos hidrotermales oceánicos profundos?


R: Los entornos como los océanos calientes, las fuentes termales y los respiraderos hidrotermales oceánicos profundos habrían sido comunes durante el eón Arcaico, hace unos 3.900 millones de años.


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