Stomatopoda
Los camarones mantis son crustáceos estomatópodos.
En realidad no son camarones, sino miembros del orden Stomatopoda. Existen unas 400 especies.
Son depredadores que matan a sus presas golpeándolas a gran velocidad.
Sostienen su cuerpo de forma parecida a la de una mantis religiosa y tienen ojos grandes y complejos. Algunas especies pueden llegar a medir 30 cm.
Son muy coloridos y viven en hábitats tropicales y subtropicales poco profundos, como los arrecifes de coral.
Un colorido estomatópodo, el camarón mantis pavo real, (Odontodactylus scyllarus) visto en el Mar de Andamán frente a Tailandia
Métodos de ataque
Cada especie tiene uno de estos dos métodos de ataque
- Los arpones están armados con apéndices espinosos rematados con puntas de púas, utilizados para apuñalar y enganchar a las presas.
- Los aplastadores, por su parte, tienen un garrote como apéndice y una lanza más sencilla. La lanza es bastante afilada y se utiliza en las peleas entre los suyos. El garrote se utiliza para apalear y aplastar a sus presas.
Ambos tipos atacan desplegando y balanceando rápidamente sus garras sobre la presa, y pueden causar graves daños en víctimas más grandes que ellos.
En los smashers, estas dos armas se emplean con una rapidez cegadora, y golpean a su presa con la velocidad de una bala. Se trata de una de las respuestas más rápidas conocidas por el hombre.
Los aplastadores utilizan esta habilidad para atacar caracoles, cangrejos, moluscos y ostras de roca; sus garras romas les permiten romper las conchas de sus presas en pedazos. Los arponeros, en cambio, prefieren la carne de animales más blandos, como los peces, a los que sus garras con púas pueden cortar y enganchar más fácilmente.
Ondas de choque de cavitación
Como golpean tan rápidamente, generan burbujas de cavitación entre el apéndice y la superficie de golpeo. El colapso de estas burbujas golpea a su presa además del impacto del apéndice contra la superficie de golpeo.
Esto significa que la presa es golpeada dos veces por un solo golpe; primero por la garra y luego por las burbujas de cavitación que colapsan inmediatamente después. Incluso si el golpe inicial no alcanza a la presa, la onda de choque resultante puede ser suficiente para matarla o aturdirla.
Vista
Sus ojos están montados en tallos móviles y se mueven constantemente de forma independiente. Se considera que son los ojos más complejos del reino animal.
El camarón mantis tiene unos ojos tan buenos que puede percibir tanto la luz polarizada como la visión del color fuera del espectro visual normal.
Algunas especies tienen al menos 16 tipos de fotorreceptores diferentes, 12 de ellos para el análisis del color en las distintas longitudes de onda (incluidos cuatro que son sensibles a la luz ultravioleta) y cuatro para analizar la luz polarizada. En comparación, los humanos sólo tienen cuatro pigmentos visuales, tres dedicados a ver el color.
Función de la vista
Los ojos del camarón mantis pueden reconocer diferentes tipos de coral, especies de presa (que suelen ser transparentes o semitransparentes) o depredadores, como la barracuda, que tiene escamas brillantes.
Además, la forma en que los camarones mantis cazan (movimientos muy rápidos de las pinzas) puede requerir una información de alcance muy precisa, lo que exigiría una percepción de profundidad exacta.
Durante los rituales de apareamiento, los camarones mantis presentan una fluorescencia activa, cuya longitud de onda coincide con la que detectan sus pigmentos oculares.
Las hembras sólo son fértiles durante ciertas fases del ciclo de las mareas; la capacidad de percibir la fase de la luna puede, por tanto, ayudar a evitar que se desperdicien los esfuerzos de apareamiento. También puede dar al camarón mantis información sobre el tamaño de la marea, lo que es importante para las especies que viven en aguas poco profundas cerca de la costa.