Lactasa
La lactasa es una enzima que actúa sobre la lactosa, descomponiéndola para que pueda ser digerida.
Los mamíferos en su infancia suelen fabricar lactasa: la necesitan para digerir la lactosa que se encuentra en la leche de su madre. Los mamíferos adultos suelen perder la capacidad de producir lactasa. Por eso, si se le da leche a un gato adulto, ésta le provoca malestar y diarrea.
Tetrámero de lactasa, E.Coli.
Evolución de la lactasa en el ser humano
Los humanos son algo diferentes. Algunos humanos siguen produciendo lactasa y otros no. Es un tipo de polimorfismo.
La capacidad de digerir la lactosa hasta la edad adulta ("persistencia de la lactasa") fue útil para los humanos tras el desarrollo de la ganadería. Así se creó un sistema que proporcionaba un suministro constante de leche.
Las poblaciones de cazadores-recolectores anteriores a la revolución neolítica eran en su inmensa mayoría intolerantes a la lactosa. Lo mismo ocurre con los cazadores-recolectores modernos.
Genética
Una mutación en el cromosoma nº 2 detiene la parada de la producción de lactasa, lo que hace posible que quienes tienen la mutación sigan bebiendo leche fresca (y comiendo otros productos lácteos) durante toda su vida.
Esto parece ser una adaptación reciente al consumo de lácteos. Se ha producido de forma independiente tanto en el norte de Europa como en el este de África en poblaciones con un estilo de vida pastoril. La persistencia de la lactasa, que permite que la digestión de la lactosa continúe en la edad adulta, es un alelo dominante, por lo que la intolerancia a la lactosa es un rasgo recesivo.
Los estudios genéticos sugieren que las mutaciones más antiguas asociadas a la persistencia de la lactasa sólo alcanzaron niveles apreciables en las poblaciones humanas en los últimos diez mil años. Por ello, la persistencia de la lactasa se cita a menudo como un ejemplo de evolución humana reciente. Como la persistencia de la lactasa es genética, pero la cría de animales es un rasgo cultural, se trata de una coevolución gen-cultura.