Clostridioides difficile (C. diff): infección, síntomas y prevención

Descubre causas, síntomas, tratamiento y prevención de la infección por Clostridioides difficile (C. diff): guía práctica para pacientes, familiares y profesionales sanitarios.

Autor: Leandro Alegsa

Clostridium difficile es una especie de bacteria. A menudo se le llama C. diff (pronunciado "see diff"). Es una bacteria grampositiva que pertenece al género Clostridium.

C. diff puede vivir en el colon humano (el intestino grueso) sin causar ningún problema. Alrededor del 2-5% de los adultos tienen C. diff viviendo en su colon. Sin embargo, en algunas personas, el C. diff provoca una enfermedad grave. En estas personas, la bacteria C. diff crece sin control en el colon. Las bacterias atacan el revestimiento de los intestinos. Esto provoca un problema llamado colitis por C. diff. La colitis es una inflamación (hinchazón) del colon.

La infección por C. diff es cada vez más frecuente en hospitales, residencias de ancianos y otros centros sanitarios. Mata a unas 14.000 personas al año sólo en Estados Unidos.

Nombre y contexto

Nota: desde 2016 la bacteria fue reclasificada y su nombre aceptado actualmente es Clostridioides difficile, aunque en muchos textos sigue usándose Clostridium difficile. La enfermedad causada por esta bacteria se conoce como infección por C. diff o colitis por C. diff.

Síntomas

  • Diarrea acuosa, de inicio repentino (puede ser leve a muy abundante).
  • Dolor abdominal y calambres.
  • Fiebre y malestar general.
  • Heces con sangre o mucosidad (en algunos casos).
  • Náuseas y pérdida de apetito.
  • En casos graves: deshidratación, taquicardia, hipotensión, o signos de abdomen agudo (distensión, dolor intenso) que pueden indicar complicaciones como megacolon tóxico o perforación intestinal.

Transmisión y factores de riesgo

  • Transmisión fecal-oral: las esporas de C. diff se diseminan en las heces y contaminan superficies, equipos y manos. Son muy resistentes y pueden permanecer viables durante meses.
  • Antibióticos: el factor de riesgo más importante. Los antibióticos alteran la microbiota intestinal permitiendo que C. diff crezca sin control. Clindamicina, cefalosporinas y fluoroquinolonas se asocian a mayor riesgo, aunque casi cualquier antibiótico puede predisponer.
  • Estancia hospitalaria o en residencias, contacto con personal sanitario o pacientes infectados.
  • Edad avanzada, sistema inmunitario debilitado, enfermedades crónicas, y cirugía gastrointestinal.
  • Uso prolongado de inhibidores de la bomba de protones (IBP) se ha relacionado con mayor riesgo en algunos estudios.

Diagnóstico

  • El diagnóstico se basa en la evaluación clínica y pruebas de laboratorio en heces.
  • Pruebas comunes: detección de toxinas (A/B) en heces, amplificación de ácidos nucleicos (NAAT) para genes productores de toxina, o pruebas combinadas. La elección depende del laboratorio y del contexto clínico.
  • No se recomienda hacer pruebas en pacientes sin diarrea (p. ej., portadores asintomáticos), porque el tratamiento no está indicado en ausencia de enfermedad.
  • En casos severos o dudas diagnósticas puede considerarse colonoscopia, que puede mostrar pseudomembranas características.

Tratamiento

  • Suspender, si es posible, el antibiótico desencadenante que no sea esencial.
  • Medicamentos de primera línea: vancomicina oral o fidaxomicina, según guías actuales. Metronidazol ya no se recomienda como primera opción para enfermedad inicial severa, pero puede emplearse en situaciones con recursos limitados.
  • En enfermedad grave: tratamiento hospitalario, control de líquidos y electrolitos, y vancomicina oral; si hay íleo, pueden añadirse formulaciones rectales o metronidazol IV según indicación clínica.
  • Para recurrencias: estrategias incluyen regimenes de vancomicina en pauta de disminución (taper/pulse), fidaxomicina, o trasplante de microbiota fecal (FMT) en pacientes seleccionados con recurrencias múltiples.
  • En complicaciones (megacolon tóxico, perforación) puede ser necesaria la cirugía (colectomía) y manejo intensivo.

Prevención

  • Uso prudente de antibióticos (antibiotic stewardship): limitar tratamientos innecesarios y seleccionar opciones más seguras cuando sea posible.
  • Higiene de manos: lavarse con agua y jabón es más eficaz que el alcohol en gel para eliminar esporas; el gel alcohólico no destruye las esporas de C. diff.
  • Precauciones de contacto en hospitales y residencias: guantes y bata, y aislar a pacientes con infección hasta controlar la diarrea.
  • Desinfección ambiental con agentes esporicidas (por ejemplo, lejía/sodio hipoclorito) en superficies contaminadas.
  • Educación a pacientes y familiares sobre lavado de manos y limpieza de superficies.
  • Vacunas contra C. difficile están en investigación, pero aún no son de uso generalizado.

Complicaciones y recurrencias

  • Las complicaciones graves incluyen deshidratación severa, sepsis, megacolon tóxico, perforación intestinal, y necesidad de cirugía o muerte.
  • La recurrencia es común: tras el primer episodio la tasa de recurrencia ronda el 20%, y aumenta con episodios sucesivos.
  • El manejo de recurrencias puede requerir tratamientos específicos como FMT, que ha mostrado alta eficacia en pacientes seleccionados.

Consejos prácticos

  • No se deben hacer pruebas para C. diff en ausencia de diarrea.
  • Si está tomando antibióticos y aparece diarrea persistente, consulte a su médico; no suspenda tratamientos sin indicación médica.
  • Mantenga una adecuada hidratación si tiene diarrea y busque atención si hay fiebre alta, dolor abdominal intenso, sangre en las heces o signos de deshidratación.
  • Si visita a un familiar hospitalizado o en una residencia, respete las medidas de protección y lavado de manos para evitar transmitir o contraer infecciones.

Si cree que usted o un conocido pueden tener una infección por C. diff, consulte a un profesional de salud para evaluación, pruebas y tratamiento adecuados.

Infección por C. diff

El síntoma más común de la infección por C. diff es la diarrea severa. La infección por C. diff también puede causar fiebre, dolor de barriga, pérdida de apetito (no querer comer) y náuseas.

Algunos casos de infección por C. diff no son muy graves. En otros casos, la gente se pone muy enferma e incluso muere. Cuando las personas experimentan una diarrea severa por la infección por C. diff, pueden deshidratarse gravemente (no tener suficiente líquido en el cuerpo). Esto puede dañar los riñones y provocar una insuficiencia renal. La bacteria C. diff también puede hacer un agujero en los intestinos (perforación), lo que es muy peligroso.

Una vez que una persona tiene una infección por C. diff, puede contagiar a otras personas. C. diff puede vivir durante mucho tiempo en superficies como pomos de puertas, sábanas y equipos médicos. Si una persona infectada por C. diff no se limpia las manos, puede transmitir la bacteria a otras personas a través de sus manos.

¿Quiénes contraen la infección por C. diff?

La infección por C. diff suele darse en personas que están tomando medicamentos antibióticos. Normalmente, los intestinos están llenos de bacterias buenas y saludables. Estas bacterias sanas mantienen la bacteria C. diff bajo control. Si los antibióticos matan las bacterias sanas, la bacteria C. diff puede crecer sin control.

La infección por C. diff también es más común en:

  • Personas en hospitales, residencias de ancianos y otros centros sanitarios
  • Personas de 65 años o más
  • Personas con un sistema inmunitario débil (en el organismo, el sistema inmunitario se encarga de luchar contra las enfermedades)
  • Personas que acaban de ser operadas del intestino
  • Personas con problemas de colon, como la enfermedad inflamatoria intestinal o el cáncer de colon
  • Personas que toman medicamentos antiácidos llamados inhibidores de la bomba de protones. (Estos medicamentos hacen que el estómago produzca menos ácido. Normalmente, el ácido estomacal ayuda a mantener bajo control bacterias como la C. diff).

¿Cómo se trata la infección por C. diff?

La infección por C. diff puede tratarse con algunos medicamentos antibióticos. Sin embargo, la C. diff es una bacteria resistente a los antibióticos. Esto significa que muchos medicamentos antibióticos no pueden eliminar el C. diff. Esto puede hacer que la infección por C. diff sea muy difícil de tratar. Muchas personas con infección por C. diff tienen recaídas (mejoran durante un tiempo, pero luego vuelven a enfermar). Esto le ocurre a una de cada cinco personas con infección por C. diff.

Normalmente, los médicos prueban un antibiótico llamado metronidazol como primer tratamiento para la infección por C. diff. Aproximadamente tres de cada cuatro personas con infección por C. diff mejoran tras tomar metronidazol durante diez días. Cuando el metronidazol no funciona, los médicos administran otros antibióticos, generalmente vancomicina o fidoxamacina.

En los casos graves de infección por C. diff que no mejoran con los antibióticos, los médicos pueden operar para extirpar partes del colon.

El trasplante fecal, especialmente para aquellos con infecciones recurrentes por C. diff, ha demostrado ser más eficaz que la vancomicina oral.

¿Cómo se puede prevenir la infección por C. diff?

Por lo general, la infección por C. diff puede prevenirse. Lavarse las manos es una de las mejores formas de prevenir la infección por C. diff. Si una persona tiene bacterias C. diff en las manos, puede eliminarlas lavándose las manos con agua y jabón. La bacteria C. diff en las superficies (como los pomos de las puertas y el equipo médico) puede eliminarse con lejía. Muchos hospitales y otros centros sanitarios disponen de toallitas especiales con lejía que matan la C. diff. Lavar las sábanas y la ropa con lejía y detergente también mata la C. diff.

El alcohol no mata el C. diff, por lo que el desinfectante de manos instantáneo y las toallitas con alcohol no evitarán la propagación de la bacteria C. diff.

Los hospitales y otros centros sanitarios también pueden utilizar las "precauciones contra el C. diff" para evitar que se propague. (Las precauciones son formas de tener cuidado.) Cuando un paciente tiene C. diff, los trabajadores sanitarios pueden evitar que la bacteria se propague:

  • Usar guantes y lavarse las manos cada vez que toquen al paciente, sus cosas o cualquier cosa en la habitación del paciente
  • Limpiar el equipo médico con toallitas especiales con lejía cada vez que lo utilicen
  • Limpieza de las cosas del paciente y de la habitación del paciente con lejía
  • Dar a los pacientes con infección por C. diff habitaciones privadas, o ponerlos sólo con otros pacientes que tienen infección por C. diff

Preguntas y respuestas

P: ¿Qué es el Clostridium difficile?


R: Clostridium difficile es un tipo de bacteria.

P: ¿Cuál es otro nombre de Clostridium difficile?


R: Otro nombre de Clostridium difficile es C. diff.

P: ¿Dónde puede vivir el C. diff en el cuerpo humano sin causar ningún problema?


R: El C. diff puede vivir en el colon humano sin causar ningún problema.

P: ¿Cuántos adultos tienen C. diff viviendo en el colon?


R: Alrededor del 2-5% de los adultos tienen C. diff viviendo en su colon.

P: ¿Qué ocurre cuando la bacteria C. diff crece sin control en el colon?


R: Cuando la bacteria C. diff crece fuera de control en el colon, puede causar una enfermedad grave llamada colitis por C. diff, que es la inflamación del colon.

P: ¿Dónde es cada vez más frecuente la infección por C. diff?


R: La infección por C. diff es cada vez más frecuente en hospitales, residencias de ancianos y otros centros sanitarios.

P: ¿A cuántas personas mata cada año el C. diff sólo en Estados Unidos?


R: El C. diff mata a unas 14.000 personas al año sólo en Estados Unidos.


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