Tromboembolismo pulmonar
Una embolia pulmonar es un coágulo de material (un émbolo) que impide que la sangre llegue a los pulmones. Suele estar causada por un coágulo de sangre que se origina en otra parte del cuerpo y llega a los pulmones. Sin embargo, también puede estar causado por células cancerosas aglutinadas, grasa o hueso. En raras ocasiones, durante el parto, una mujer puede sufrir un coágulo de líquido amniótico.
Ilustración de un coágulo de sangre que viaja por los vasos sanguíneos hasta quedarse atascado. Una embolia pulmonar suele estar causada por un coágulo de sangre que se forma en otra parte del cuerpo, viaja a los pulmones y se atasca allí.
Síntomas
Los síntomas de una embolia pulmonar comienzan repentinamente, en cuanto el coágulo empieza a bloquear el flujo sanguíneo a los pulmones. Se supone que la sangre recoge el oxígeno en los pulmones y luego lo transporta al resto del cuerpo. Si la sangre no puede llegar a los pulmones, no puede recoger el oxígeno ni llevarlo al cuerpo. Todas las partes del cuerpo necesitan sangre y oxígeno para sobrevivir.
A menudo, el primer signo de una embolia pulmonar es un síncope (desmayo), porque el cerebro no recibe suficiente sangre y oxígeno. Otros síntomas son:
- Dolor torácico que se siente como un cuchillo clavado en el pecho. El dolor suele empeorar cuando la persona inspira.
- Problemas para respirar
- Hemoptisis (tos con sangre)
- Baja saturación de oxígeno (porque el cuerpo no recibe suficiente oxígeno)
Émbolo de la silla de montar
El peor tipo de embolia pulmonar es el causado por un émbolo en silla de montar. Este tipo de émbolo bloquea la arteria pulmonar, que lleva la sangre del lado derecho del corazón a los pulmones. Esto hace imposible que la sangre llegue a los pulmones. Como la sangre no puede salir al resto del cuerpo, la presión arterial de la persona baja y puede entrar en shock. Un émbolo en silla de montar es una emergencia médica muy grave. Muchas personas con este tipo de émbolo mueren.
Factores de riesgo
Hay muchos factores de riesgo que hacen más probable que una persona sufra una embolia pulmonar. Por ejemplo:
- Fumar
- Un tipo de ritmo cardíaco anormal llamado fibrilación auricular ("A-fib")
- Cirugía reciente (después de la cirugía, el sistema de coagulación de la sangre del cuerpo trabaja más de lo normal, para ayudar a sanar el cuerpo. Si los coágulos se desplazan a los pulmones, pueden provocar una embolia pulmonar)
- Estar paralizado, postrado en la cama o no poder moverse mucho
- Estar sentado en un lugar durante mucho tiempo, como en un vuelo largo de avión (esto hace que la sangre se acumule en las piernas; si se forma un coágulo de sangre en la pierna, puede viajar a través de los vasos sanguíneos hasta los pulmones)
- Fractura reciente de uno de los huesos largos de la pierna (porque tener una pierna rota dificulta el movimiento; además, los coágulos de grasa de la médula ósea pueden escapar del hueso roto y viajar a los pulmones)
- Niveles elevados de estrógeno a causa del embarazo o de algunas píldoras anticonceptivas
- Haber tenido una trombosis venosa profunda (TVP) -un coágulo de sangre en una vena grande- antes
- Ciertos tipos de cáncer (algunos tipos pueden causar una coagulación adicional de la sangre)
- Tener sobrepeso u obesidad
La trombosis venosa profunda -un coágulo de sangre en una vena grande, como la de la pierna- es un factor de riesgo de embolia pulmonar
Tratamiento
Existen algunos tratamientos para la embolia pulmonar. La elección de los tratamientos depende de la gravedad de la embolia pulmonar. Los tratamientos incluyen:
- Oxígeno. El oxígeno puede administrarse a través de una máscara especial para facilitar que el cuerpo de la persona reciba el oxígeno que necesita.
- Anticoagulantes. Son medicamentos comúnmente llamados "anticoagulantes". Los médicos pueden administrar varios anticoagulantes juntos. Por ejemplo, pueden dar heparina porque funciona de inmediato. También pueden administrar warfarina (Coumadin), que tarda unos días en empezar a funcionar, pero que el paciente puede seguir tomando en casa.
- Trombolíticos. Son medicamentos que suelen llamarse "rompecoágulos" o "disolventes de coágulos". Pueden disolver (romper) rápidamente un coágulo. Sin embargo, suelen administrarse sólo si la embolia pulmonar pone en peligro la vida del paciente, ya que pueden provocar una hemorragia.
- Extracción del coágulo. A veces, el médico introduce un catéter (un tubo flexible) a través de una vena hasta el pulmón. Una vez que el médico encuentra el coágulo, puede utilizar el catéter para extraerlo o para administrar un medicamento que lo disuelva. En casos muy graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para eliminar el coágulo.