TDAH: qué es, síntomas, causas y prevalencia en niños y adultos

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) —también llamado en ocasiones trastorno por déficit de atención (TDA) cuando predomina la falta de atención— es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la forma de pensar, sentir y comportarse de las personas. Quienes presentan TDAH suelen tener dificultades para mantener la atención, terminar tareas, recordar instrucciones y organizarse. Además, pueden mostrar inquietud motora, impulsividad o hablar en exceso, lo que puede interferir con su rendimiento escolar, laboral y las relaciones sociales.

El TDAH se denomina trastorno neurológico del desarrollo porque afecta al desarrollo del sistema nervioso, en particular a áreas del cerebro implicadas en la atención, el autocontrol y la planificación.

Los expertos estiman que a nivel mundial alrededor de uno de cada veinte niños (5%) tiene TDAH, aunque las cifras varían según el país y los métodos de evaluación. Se han observado diferencias regionales: los estudios encuentran más casos en Norteamérica que en África y Oriente Medio. En Estados Unidos las estimaciones apuntan a aproximadamente un 7% de niños (cerca de uno de cada catorce), con mayor prevalencia en niños que en niñas (por ejemplo, aproximadamente 10% en niños frente a 4% en niñas en algunos estudios). Estas diferencias pueden deberse tanto a variaciones reales en la población como a diferencias en la detección y el acceso a diagnóstico.

El TDAH es más frecuente en la infancia, pero puede persistir en la edad adulta. Menos de la mitad de las personas diagnosticadas en la infancia experimentan una remisión completa de los síntomas en la adultez; muchas conservan rasgos significativos que requieren apoyo y adaptación.

Tipos y síntomas principales

El TDAH se presenta en tres presentaciones clínicas según los síntomas predominantes:

  • Presentación combinada: síntomas tanto de inatención como de hiperactividad/impulsividad.
  • Presentación predominante inatenta: dificultad para mantener la atención, olvidos, desorganización. A veces se llama TDA.
  • Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: actividad motora excesiva, dificultad para permanecer sentado, respuestas precipitadas.

Síntomas comunes en niños:

  • Dificultad para prestar atención a los detalles, cometer errores por descuido.
  • Problemas para seguir instrucciones y terminar tareas escolares o domésticas.
  • Olvidos frecuentes y pérdida de objetos.
  • Moverse en exceso, no poder quedarse sentado cuando se requiere.
  • Interrumpir a los demás, dificultad para esperar su turno.

Síntomas comunes en adolescentes y adultos:

  • Dificultad para organizarse y gestionar el tiempo.
  • Problemas en el trabajo o estudios por incumplimiento de plazos.
  • Impaciencia, tomar decisiones precipitadas, cambios frecuentes de empleo o pareja.
  • Fatiga mental por el esfuerzo constante para sostener la atención.

Causas y factores de riesgo

Las causas del TDAH no son únicas ni totalmente claras, pero la evidencia señala varios factores que aumentan el riesgo:

  • Genética: es uno de los factores más importantes; el TDAH suele darse en familias.
  • Diferencias cerebrales: variaciones en el tamaño, la actividad y la conectividad de regiones cerebrales implicadas en la atención y el control ejecutivo.
  • Exposición prenatal y perinatal: tabaquismo o consumo de alcohol durante el embarazo, estrés materno, parto prematuro o bajo peso al nacer.
  • Factores ambientales: exposición a plomo u otras toxinas en edades tempranas puede aumentar el riesgo.
  • Factores psicosociales: entornos familiares adversos o falta de apoyo no causan por sí solos el TDAH, pero pueden empeorar los síntomas y el pronóstico.

Diagnóstico

El diagnóstico es clínico y lo realiza un profesional (pediatra, psiquiatra, neurólogo o psicólogo) a partir de la historia, la observación y el uso de escalas estandarizadas. En general se requiere:

  • Presencia de síntomas persistentes en más de un contexto (por ejemplo, casa y escuela) durante al menos seis meses.
  • Inicio de los síntomas en la infancia (según criterios actuales, algunos síntomas deben haberse presentado antes de los 12 años).
  • Impacto significativo en la vida social, académica o laboral.
  • Descartar otras causas que expliquen los síntomas (problemas de audición/visión, trastornos del sueño, ansiedad, depresión, dificultades de aprendizaje, etc.).

Las pruebas neuropsicológicas y las evaluaciones de rendimiento académico ayudan a identificar dificultades asociadas, y los cuestionarios para padres, profesores y adultos complementan el diagnóstico.

Tratamiento y manejo

El manejo del TDAH suele ser multimodal y adaptado a la edad y las necesidades de la persona:

  • Psicoeducación: informar a la familia, al paciente y a la escuela sobre el trastorno.
  • Intervenciones psicosociales: terapia conductual para niños, entrenamiento en habilidades parentales, apoyo escolar y adaptaciones académicas (tiempo extra en exámenes, tareas organizadas, instrucciones claras).
  • Terapia psicológica: en adolescentes y adultos, la terapia cognitivo-conductual puede ayudar a mejorar la organización, el manejo del tiempo y la regulación emocional.
  • Medicamentos: los psicoestimulantes (por ejemplo, metilfenidato y anfetaminas) son eficaces en la mayoría de los casos; existen también medicamentos no estimulantes como la atomoxetina y la guanfacina. La selección depende de la edad, síntomas, comorbilidades y tolerancia. Es importante el seguimiento médico para observar eficacia y efectos secundarios.
  • Apoyos educativos y laborales: adaptaciones razonables, tutorías y estrategias de compensación pueden mejorar el rendimiento y reducir el impacto funcional.

Comorbilidades y complicaciones

El TDAH frecuentemente coexiste con otros trastornos, como:

  • Trastornos del aprendizaje (dislexia, discalculia).
  • Trastornos de ansiedad y depresión.
  • Trastorno negativista desafiante y trastornos de conducta (en algunos casos).
  • Problemas del sueño y abuso de sustancias en la adolescencia/adultez si no se trata adecuadamente.

Pronóstico y vida diaria

Con diagnóstico y tratamiento adecuados muchas personas con TDAH mejoran su funcionamiento y calidad de vida. El pronóstico varía: algunos niños reducen notablemente sus síntomas al crecer, mientras que otros mantienen dificultades en la adultez. La intervención temprana, el apoyo escolar y familiar, y el seguimiento médico son factores que mejoran el pronóstico a largo plazo.

Cuándo consultar

Debe consultarse a un profesional si un niño o adulto presenta dificultades persistentes para prestar atención, organizarse, cumplir con obligaciones o controla impulsos, y si esto genera problemas en la escuela, el trabajo o las relaciones. Un diagnóstico temprano y un plan de intervención personalizado pueden marcar una gran diferencia.

Nota: Esta descripción ofrece información general. Para un diagnóstico o tratamiento específico, acuda siempre a un profesional de la salud cualificado.

Signos y síntomas

Las personas con TDAH pueden tener problemas para prestar atención, ser demasiado activas o ser impulsivas. Hay tres tipos de TDAH, según cuál de los tres síntomas sea el más común. Una persona que normalmente tiene problemas de atención puede tener algunos o todos estos síntomas:

  • Pueden distraerse fácilmente al escuchar
  • Pueden tener dificultades para concentrarse
  • Pueden aburrirse después de unos minutos a menos que sea algo que les guste
  • Pueden tener dificultades a la hora de organizar o completar una tarea, los deberes, los trabajos y al entregar las tareas
  • A menudo pueden perder objetos u olvidarse de ellos
  • Parece que no escuchan cuando se les habla
  • Pueden soñar despiertos, confundirse fácilmente y no moverse con rapidez
  • Tienen dificultades para tomar información de forma rápida o correcta
  • Parece que les cuesta seguir las instrucciones

Alguien que suele ser demasiado activo puede tener algunos o todos estos síntomas:

  • Pueden moverse mucho cuando están sentados.
  • Pueden hablar sin parar.
  • Pueden corretear tocando o jugando con cualquier cosa que vean.
  • Pueden tener problemas para sentarse sin moverse mientras intentan comer, hacer los deberes o prestar atención en clase.
  • Pueden moverse constantemente.
  • Pueden tener problemas para hacer las cosas con tranquilidad.

Las personas que son demasiado activas suelen perder estos síntomas a medida que envejecen.

Alguien que suele ser impulsivo puede tener algunos o todos estos síntomas:

  • Pueden ser muy impacientes.
  • Pueden decir cosas que no son agradables o correctas o hacer cosas sin pensar en lo que pasará.
  • Pueden tener problemas para esperar las cosas que quieren tener o hacer.
  • A menudo pueden interrumpir a otras personas.

Las personas con TDAH pueden tener problemas para hacer y mantener amigos. También pueden tener problemas para controlar su ira. Aunque los niños con TDAH pueden tener problemas para hacer algunas cosas, muchos niños con TDAH no tendrán problemas para prestar atención a algo que les guste o les parezca interesante.

La mayoría de las personas que padecen TDAH también tienen otros trastornos mentales, en su mayoría trastorno negativista desafiante, trastorno de conducta, dislexia, síndrome de Tourette, trastornos de ansiedad (especialmente trastorno obsesivo-compulsivo), trastornos del estado de ánimo, trastornos por consumo de sustancias, trastornos de la alimentación y trastornos de la personalidad (especialmente antisocial, límite, histriónico, pasivo-agresivo y evitativo).

Causa

Se cree que la principal diferencia entre los cerebros neurotípicos y los que padecen el TDAH es el déficit en la cantidad de receptores de dopamina que se liberan en las sinapsis del cerebro. Se dice que este déficit es el principal factor para regular la motivación y mantener la atención.

Las investigaciones sobre gemelos han demostrado que aproximadamente tres de cada cuatro casos de TDAH se deben a que uno o ambos padres tienen TDAH. Los hermanos de niños con TDAH tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de desarrollar el trastorno que los hermanos de niños sin él. También se cree que hay factores genéticos que determinan si el TDAH perdura en la edad adulta. Algunos científicos piensan que el TDAH es común porque cuando el ser humano se desarrollaba, era bueno ser excesivamente activo. Otros piensan que, como el TDAH es más común en los niños cuando la madre está ansiosa, el TDAH se desarrolló para ayudar a los niños en lugares peligrosos.

Hay otras posibles causas del TDAH. Si una persona embarazada bebe alcohol, puede causar el síndrome de alcoholismo fetal, que puede incluir el TDAH. El TDAH también puede producirse si la madre fuma tabaco durante el embarazo. El plomo, el bajo peso al nacer, el nacimiento prematuro y algunas infecciones pueden aumentar el riesgo de que un niño tenga TDAH.

Gestión del TDAH

El TDAH no tiene cura. Las personas con TDAH pueden ser ayudadas con terapia o medicación. La terapia se recomienda para los niños que no tienen malos síntomas o son muy jóvenes. La terapia para personas con TDAH ayuda con la atención y el comportamiento. También hay educación para padres y profesores para ayudar a los niños con TDAH. Se ha demostrado que el ejercicio físico ayuda a las personas con TDAH.

El tratamiento de primera línea para el TDAH incluye la terapia cognitivo-conductual y el uso de estimulantes. Los estimulantes aumentan la cantidad de una sustancia química llamada dopamina en el cerebro, que ayuda a prestar atención, planificar, organizar y controlar el exceso de actividad. Estos medicamentos no deben administrarse a niños menores de 6 años.

Sociedad y cultura

La gente no se pone de acuerdo sobre el diagnóstico del TDAH. El número de personas con TDAH ha aumentado en los últimos años. Algunos creen que esto se debe a que los médicos están diagnosticando a demasiada gente. Otros creen que se debe a que los médicos están mejorando en la detección de personas con TDAH. Algunas personas piensan que el TDAH es inventado y no es una enfermedad real, a pesar de que es la condición más investigada en psiquiatría. La mayoría de los estudios sugieren que el TDAH está causado principalmente por problemas con los genes.

Varios famosos han hablado del aumento de los diagnósticos de TDAH. El actor Tom Cruise dijo que los medicamentos que se suelen administrar a las personas con TDAH son como drogas ilegales. Otros no estuvieron de acuerdo con él porque la cantidad de medicamentos que se administran a las personas con TDAH no causa adicción. Se han realizado muchos estudios sobre la eficacia de los medicamentos utilizados con el TDAH. Un estudio determinado descubrió que los medicamentos ayudaban durante mucho tiempo, pero no ayudaban más que otros tipos de tratamiento.

Preguntas y respuestas

P: ¿Qué es el TDAH?



R: TDAH significa trastorno por déficit de atención con hiperactividad, o trastorno por déficit de atención, y es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a la forma de pensar y actuar de las personas.

P: ¿Cuáles son algunos síntomas comunes del TDAH?



R: Las personas con TDAH pueden tener problemas para sentarse quietas, estar tranquilas o intentar dormir. También pueden ser bastante impulsivas y tener problemas para concentrarse y recordar lo que se dice o hace a su alrededor.

P: ¿Por qué el TDAH se considera un trastorno neurológico del desarrollo?



R: El TDAH se denomina trastorno neurológico del desarrollo porque afecta al desarrollo del sistema nervioso de las personas.

P: Aproximadamente, ¿cuántos niños padecen TDAH en todo el mundo?



R: Los expertos creen que, en todo el mundo, aproximadamente uno de cada veinte niños (5%) padece TDAH.

P: ¿Hay más personas con TDAH en Norteamérica que en África y Oriente Medio?



R: Sí, los psicólogos han encontrado más personas con TDAH en Norteamérica que en África y Oriente Medio.

P: ¿Los adolescentes y los adultos también pueden ser diagnosticados de TDAH?



R: Sí, aunque el TDAH se diagnostica más comúnmente en niños, no es raro que a adolescentes y adultos se les diagnostique este trastorno.

P: ¿Hay cura para el TDAH?



R: No, no existe cura para el TDAH. Sin embargo, las personas con TDAH pueden tratarlo para aliviar sus síntomas. La diferencia entre una cura y un tratamiento es que una cura elimina por completo un problema, mientras que el tratamiento no elimina el problema sino que ayuda a que los síntomas desaparezcan como si no tuviera TDAH.

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