Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP): definición, síntomas y tratamiento
Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP): síntomas, diagnóstico y tratamiento. Aprende a identificar signos, prevenir complicaciones y proteger tu fertilidad.
La enfermedad inflamatoria pélvica o EIP es una infección. Se trata de una infección de los órganos femeninos:
- útero
- Trompas de Falopio
- cuello del útero
- ovarios.
A veces la mujer no se siente enferma; la EIP puede ser silenciosa o con síntomas leves al inicio.
Síntomas
Los signos de estar enfermo con esta enfermedad pueden ser:
- dolor en la parte baja del estómago
- flujo vaginal
- fiebre
- sensación de ardor al orinar
- dolor con el sexo
- sangrado anormal.
También puede producir náuseas, vómitos, dolor al moverse o al caminar y, en casos más graves, fiebre alta y malestar general.
Causas y factores de riesgo
La EIP la causan bacterias que suben desde la vagina o el cuello uterino hacia el útero y las trompas. Las causas más frecuentes son infecciones de transmisión sexual (ITS), especialmente:
- Chlamydia trachomatis
- Neisseria gonorrhoeae
Otras bacterias de la flora vaginal también pueden provocar EIP, sobre todo después de procedimientos ginecológicos (por ejemplo, inserción de un dispositivo intrauterino en las primeras semanas), partos o abortos. Factores de riesgo incluyen ser sexualmente activa con múltiples parejas, edad menor de 25 años, historia previa de ITS y no usar preservativo.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la historia clínica, un examen pélvico y pruebas complementarias, que pueden incluir:
- Exudados o pruebas de laboratorio para detectar chlamydia y gonorrea.
- Análisis de sangre y cultivo si hay sospecha de infección grave.
- Ecografía pélvica para buscar abscesos o inflamación.
- A veces, laparoscopia si el diagnóstico no está claro o la paciente no responde al tratamiento.
Tratamiento
La EIP se trata con antibióticos. Es habitual usar una combinación que cubra las bacterias más probables. Dependiendo de la gravedad, el tratamiento puede ser:
- Ambulatorio: antibióticos orales y/o inyecciones según indicación médica.
- Hospitalario: en casos severos (fiebre alta, vómitos que impiden tomar medicación, absceso pélvico o mala respuesta al tratamiento), con antibióticos por vía intravenosa y observación.
- Intervención quirúrgica: solo si hay complicaciones como un absceso que no responde y requiere drenaje o en situaciones excepcionales.
Es importante que las parejas sexuales sean evaluadas y tratadas si es necesario, y evitar las relaciones sexuales hasta que el tratamiento y la cura estén confirmados.
Complicaciones
Si no se trata a tiempo, la EIP puede causar consecuencias serias y duraderas, entre ellas:
- Infertilidad por daño o bloqueo de las trompas de Falopio.
- Embarazo ectópico (fuera del útero) por cicatrices en las trompas.
- Dolor pélvico crónico.
- Abscesos en ovarios o trompas, y en casos extremos, infección generalizada (sepsis).
- En el embarazo, la infección puede aumentar el riesgo de aborto o parto prematuro.
Prevención
- Usar preservativo de forma consistente y correcta para reducir el riesgo de ITS.
- Realizar pruebas de cribado de ITS según las recomendaciones de salud locales, especialmente si se tienen parejas nuevas o múltiples.
- Evitar el uso de duchas vaginales, que alteran la flora y aumentan el riesgo de infección.
- Seguir las instrucciones de cuidado después de procedimientos ginecológicos y comunicar cualquier síntoma nuevo al profesional de salud.
Cuándo buscar atención médica
Acuda a urgencias o consulte a su médico si tiene:
- Dolor abdominal intenso o empeoramiento del dolor.
- Fiebre alta, vómitos persistentes o signos de infección generalizada.
- Sangrado vaginal abundante o síntomas que empeoran a pesar del tratamiento.
- Si está embarazada y presenta síntomas sugestivos de infección pélvica.
La EIP puede tratarse y la infección puede curarse. El diagnóstico y el tratamiento tempranos reducen el riesgo de complicaciones a largo plazo.
Signos y síntomas
Una mujer con EPI puede sentirse enferma. A veces, una mujer con EPI no se siente enferma. Una mujer con EPI puede tener fiebre, dolor al tocarse el vientre, dolor en la parte baja del abdomen, flujo vaginal, dolor en las relaciones sexuales o un sangrado inusual.

Ilustración de la enfermedad inflamatoria pélvica
Causa
La infección está causada por microorganismos que entran en el cuerpo a través de la vagina durante las relaciones sexuales. Los microorganismos suben por el útero y llegan al interior del cuerpo. Hay muchos microorganismos que causan la infección de esta manera, como:
- Gonorrea
- Chlamydia
- Algunos micoplasmas
Diagnóstico
Los trabajadores médicos utilizan diferentes pruebas para encontrar la infección. Pueden realizar un examen médico para ver pruebas de pus y encontrar zonas dolorosas. Pueden utilizar un microscopio para ver los microorganismos que causan la infección. Un análisis de sangre puede detectar la EPI. Dos tercios de las mujeres no sabían que tenían EPI. Incluso sin signos de infección, la EPI puede causar daños graves.

Secreción cervical mucopurulenta vista en un hisopo

Micrografía de salpingitis - un componente de la enfermedad inflamatoria pélvica. Tinción H&E.
Síntomas similares
Hay otras causas que pueden producir signos de los síntomas de la EPI, como la apendicitis, un embarazo complicado, ovarios inflamados o retorcidos y endometriosis. Es más probable que una mujer contraiga la enfermedad inflamatoria pélvica si ya la ha padecido anteriormente. Es más probable que tenga la infección si ha tenido relaciones sexuales recientemente, ha empezado a menstruar, le han puesto un dispositivo intrauterino dentro del útero o si su pareja sexual tiene una infección de transmisión sexual.
Prevención
Las pruebas médicas para detectar infecciones de transmisión sexual son importantes para la prevención. El riesgo de contraer EPI puede reducirse:
- Uso de preservativos
- Buscar ayuda médica si se experimentan síntomas de EPI.
- Buscar ayuda médica después de enterarse de que su pareja sexual o alguien con quien tuvo relaciones sexuales en el pasado tenía una infección de transmisión sexual.
- Acudir regularmente a los exámenes médicos para comprobar la existencia de la EPI sin presentar síntomas.
- Preguntar a su actual pareja sexual si tiene una infección. Insistir en que se hagan la prueba y se curen antes de tener relaciones sexuales.
- Evitar las relaciones sexuales después del parto, el aborto espontáneo o el aborto.
- Practicar la abstinencia
Tratamiento
Si el médico cree que está infectado, el tratamiento suele iniciarse de inmediato. Esto se debe a que la demora en el tratamiento puede producir resultados graves. A veces, el médico utilizará una prueba para ayudar a encontrar la infección. Lo normal es que la infección se cure con antibióticos. La mejoría debería producirse rápidamente, pero si no es así, se indica a la mujer que busque más atención médica. Tratar a las parejas sexuales en busca de posibles infecciones ayudará al tratamiento y a la prevención de volver a contraer la infección.
La propagación de la enfermedad
En 2008 se produjeron unos 106 millones de casos de EPI en todo el mundo. Alrededor del 1,5% de las mujeres jóvenes contraen anualmente la infección. En Estados Unidos, un millón de mujeres contraen la EPI cada año.
Ser curado
Aunque la infección por EPI puede curarse, el daño causado por la infección puede no desaparecer. Por eso es tan importante detectar la infección a tiempo. El tratamiento por parte de los médicos evitará que se produzcan daños en los órganos reproductores femeninos.
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