Melón (Cucumis melo): definición, origen y variedades

Descubre el melón (Cucumis melo): definición, origen en Persia, variedades como cantalupo y Honeydew, historia, cultivo y características para gourmets y agricultores.

Autor: Leandro Alegsa

El melón (Cucumis melo) es una especie de la familia Cucurbitaceae. No debe confundirse con la sandía, que pertenece a otra especie (Citrullus lanatus). Dentro de Cucumis melo existen numerosas variedades y grupos (cantalupos, honeydew, piel de sapo, melones asiáticos, etc.) que difieren en forma, tamaño, textura de la piel y color y sabor de la pulpa. Los melones cantalupos son un tipo muy popular por su pulpa anaranjada y aroma intenso; otro ejemplo conocido es el melón Honeydew, de pulpa verde pálida y sabor más dulce y menos perfumado.

Origen e historia

Los antepasados del melón se domesticaron en Asia central y occidental. Provienen de Persia (Irán) y de los países cercanos, y desde allí se difundieron hacia el oeste y el este. Fueron ya conocidos en el mundo mediterráneo en la Antigüedad y, según algunas fuentes, llegaban al oeste de Europa alrededor de la época del nacimiento de Cristo. El nombre «Cantalupo» está asociado a una localidad italiana donde se cultivaban melones apreciados por su calidad: Cantalupo nel Sannio, de donde derivó el topónimo que dio nombre a esa variedad en Europa.

Etimología

El término «melón» procede del latín melonem (acusativo de melo), con raíces anteriores en el griego. El nombre «musk melon» o «melón almizclado» alude al aroma característico de algunas variedades: almizcle (musk) describe el perfume intenso que exhiben ciertos melones, y esa cualidad dio lugar a nombres comunes que destacan su fragancia.

Descripción botánica

  • Planta: enredadera anual con zarcillos y hojas lobuladas.
  • Fruto: baya grande de pulpa jugosa; la piel puede ser lisa, reticulada (con red) o verrugosa según la variedad.
  • Semillas: numerosas, en la cavidad central; se consumen o se dejan para siembra.

Principales grupos y variedades

  • Cantaloupensis / reticulatus: melones de pulpa naranja, aroma fuerte (cantalupos y melones cantaloupe americanos).
  • Inodorus: melones de piel lisa o ligeramente rugosa como el Honeydew y el español «piel de sapo»; suelen conservarse mejor pero son menos aromáticos.
  • Galia y otros híbridos: combinan piel reticulada con pulpa verde o amarilla, muy populares en mercados.
  • Melones asiáticos: incluyen muchas formas locales (melon conomon, flexuosus, etc.) con sabores y usos propios.

Cultivo y cosecha

El melón es una planta que necesita clima cálido y suelos bien drenados, ricos en materia orgánica. Se planta cuando ya no hay riesgo de heladas. Requiere riegos regulares, sobre todo en formación del fruto, y polinización por insectos (abejas) para un buen cuaje. Entre las prácticas comunes están el acolchado, la conducción sobre espalderas en agricultura intensiva y el control de plagas (pulgones, araña roja, mosca blanca) y enfermedades (mildiu, oídio, fusariosis).

Para saber si un melón está maduro se observan signos como el aroma intenso junto al pedúnculo, el cambio de color del fondo (según la variedad), el secado del zarcillo cercano al fruto (el llamado “slip”) y la ligera suavidad en el extremo opuesto al pedúnculo.

Usos culinarios y nutrición

El melón se consume mayoritariamente fresco, en rodajas o dados, y combina muy bien con jamones curados (p. ej. prosciutto), ensaladas, batidos y postres. También se aprovecha en mermeladas, gazpachos fríos y bebidas refrescantes. Nutricionalmente es una fruta baja en calorías y rica en agua, aporta vitamina C, provitamina A (beta-caroteno, especialmente en melones de pulpa naranja), potasio y fibra moderada.

Conservación

Entero, el melón se conserva mejor a temperatura ambiente hasta pocas horas antes de consumir; si se desea alargar su conservación, se guarda en el frigorífico (4–8 ºC). Una vez cortado, debe envolverse o dejarse en un recipiente hermético y consumirse en pocos días para evitar pérdida de aroma y oxidación.

En resumen, Cucumis melo es una especie diversa con variedades adaptadas a distintos climas y preferencias de consumo; su historia milenaria y su valor culinario la convierten en una fruta muy apreciada en todo el mundo.

Historia

La sandía es originaria de Irán, así como de partes de la India y Afganistán. La primera mención que se conoce de la sandía fue en Grecia, en el siglo III a.C. Hay una antigua pintura egipcia que muestra una fruta que algunos creen que es una sandía. En el siglo I d.C., los romanos conocían la sandía, y tanto griegos como romanos descubrieron que podía utilizarse como medicina o para comer. Más o menos en esta época, China también conoció la sandía.

Durante la Edad Media, la sandía se extendió por Europa hasta el oeste de España y Cristóbal Colón llevó semillas de ella al Caribe en 1494. En el siglo XVII, los españoles, los ingleses y los nativos americanos la cultivaban en toda Norteamérica. En 1650, el melón se cultivaba en Brasil.

Gusto

El sabor de los melones puede variar mucho, dependiendo de cada fruta: algunos son dulces y otros se asemejan más a su primo de las cucurbitáceas, el pepino, en cuanto a sabor. En 1513, un escritor español dijo del melón que "los buenos [melones] son como las buenas mujeres, y los malos como las malas". Tal vez esperando que todos los melones sean dulces, lo que no es el caso como se ha mencionado anteriormente.

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Ficha de Jocelyn Bell Burnell



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