Karl von Frisch: etólogo Nobel y descubridor de la danza de las abejas
Karl Ritter von Frisch (20 de noviembre de 1886 - 12 de junio de 1982) fue un etólogo austriaco que recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1973, junto con Niko Tinbergen y Konrad Lorenz. Su trabajo y el de sus colegas sentaron las bases de la etología moderna, el estudio del comportamiento animal en condiciones naturales.
Von Frisch dedicó buena parte de su carrera al estudio de la abeja melífera europea, prestando especial atención a sus sentidos y a los modos de comunicación dentro de la colmena. Fue el primero en interpretar el significado de la danza del meneo (conocida en inglés como "waggle dance") y a demostrar experimentalmente que las abejas informan a sus congéneres sobre la ubicación de recursos como néctar mediante esa danza.
Qué descubrió sobre la comunicación de las abejas
- Identificó dos formas básicas de baile: la danza en círculo (o danza de aproximación), que indica fuentes de alimento próximas, y la danza del meneo, que comunica la dirección y la distancia a fuentes más lejanas.
- Demostró que la dirección de la danza se relaciona con el ángulo entre la fuente de alimento y la posición del sol: en el panal, las abejas representan esa dirección respecto a la vertical (la gravedad) —es decir, la orientación en la cera equivale a la orientación hacia el sol en el exterior.
- Mostró que la distancia está codificada en la duración del movimiento de meneo (el tiempo que dura la fase de sacudida) y en el número de repeticiones: cuanto más larga la duración, mayor la distancia al recurso.
- Además, la intensidad y precisión de la danza transmiten información sobre la calidad del recurso y ayudan a reclutar a otras abejas hacia él.
Sentidos y mecanismos
- Von Frisch investigó la capacidad visual de las abejas y llegó a la conclusión de que poseen visión en colores, incluyendo sensibilidad al ultravioleta, lo que les permite distinguir flores y patrones que los humanos no ven.
- Descubrió que las abejas utilizan un compás solar para orientarse y que compensan el movimiento aparente del sol mediante su reloj interno —esto les permite mantener la referencia direccional aunque el sol cambie de posición durante el día.
- También estudió la capacidad olfativa de las abejas y cómo las señales de olor (feromonas o aromas del alimento) complementan la información de la danza, facilitando que las receptoras encuentren la fuente señalada.
Métodos y validación
Von Frisch usó experimentos controlados: marcaba individuos, entrenaba abejas a comederos provistos de soluciones azucaradas colocados a distintas distancias y direcciones, y observaba cómo las abejas bailarinas transmitían la información. En sus experimentos combinó observación detallada con manipulación de condiciones sensoriales (por ejemplo, cambios en la posición aparente del sol o en las señales visuales) para comprobar qué información se transmitía realmente.
Su teoría fue inicialmente recibida con escepticismo por algunos científicos, pero posteriores investigaciones y técnicas modernas de seguimiento (incluido el rastreo de vuelo de abejas) confirmaron de forma sólida que la danza codifica dirección y distancia tal como von Frisch propuso. Hoy su interpretación de la comunicación de las abejas se considera un hito en la comprensión del comportamiento animal y de los sistemas de comunicación no humanos.
Legado
- Además de sus descubrimientos sobre la danza de las abejas, von Frisch realizó contribuciones importantes al conocimiento de los sentidos animales y la percepción sensorial.
- Sus trabajos tuvieron un gran impacto en la biología, la ecología y la apicultura, y ayudaron a establecer la etología como disciplina científica reconocida.
- Publicó numerosos artículos y libros que siguen siendo referencia para estudios sobre comportamiento de insectos y comunicación animal.
Karl von Frisch falleció en 1982, dejando una amplia obra científica que sigue influyendo en investigadores de todo el mundo y que transformó nuestra comprensión de cómo se informan y coordinan los animales sociales como las abejas.
Percepción de las abejas
Sentido del olfato: Frisch descubrió que las abejas pueden distinguir varias plantas en flor por su olor, y que cada abeja es "constante en la flor". 45–51
Patrón de polarización: La luz dispersada en un cielo azul forma un patrón de luz ultravioleta parcialmente polarizada. Esto depende de la posición del sol, y es invisible para los ojos humanos. Cada unidad de la lente de un ojo compuesto tiene un receptor UV y un filtro UV orientado de forma diferente en cada una de estas unidades, por lo que una abeja es capaz de detectar este patrón de polarización. Un pequeño trozo de cielo azul es suficiente para que una abeja reconozca los cambios de patrón que se producen a lo largo de un día. Esto proporciona no sólo información direccional, sino también sobre la hora del día.
Variaciones en la posición diurna del sol: Karl von Frisch demostró que las variaciones en la posición del sol dotaron a las abejas de una herramienta de navegación. Utilizan esta capacidad para obtener información sobre el desarrollo del día en el interior de una colmena oscura. Esto hace posible que las abejas transmitan información direccional actualizada durante su danza de meneo, sin tener que hacer una comparación con el sol durante las largas fases de la danza.
Reloj interno: Las abejas disponen de un reloj interno con tres mecanismos diferentes de sincronización o cronometraje. Si una abeja conoce la dirección de un lugar de alimentación encontrado durante una excursión matutina, también puede encontrar el mismo lugar, así como la hora precisa en que esta fuente proporciona alimento, por la tarde, basándose en la posición del sol. 137–147


El baile del meneo


Interpretación de la danza del meneo
Baile del meneo
Para las flores cercanas se utiliza una danza sencilla llamada "danza redonda". Significa que "hay un lugar de alimentación cerca de la colmena a 50 o 100 metros". También se capta el olor de las flores.
La danza de meneo propiamente dicha se utiliza para dar las indicaciones a una fuente más lejana. Otras abejas la siguen mientras baila, manteniéndose en contacto con sus antenas. La danza tiene forma de ocho, con variaciones como el ángulo y el vigor de los meneos. La comunicación es aparentemente bastante eficaz.