Niño de Taung: el fósil de Australopithecus africanus y su descubrimiento
Niño de Taung: descubre el cráneo de Australopithecus africanus, su huella cerebral y el polémico hallazgo de 1924 que cambió la paleoantropología.
El Niño de Taung es el fósil de un cráneo. El cráneo también tiene una huella del cerebro. Pertenece a un Australopithecus africanus. Fue descubierto en 1924 por un cantero que trabajaba para la Northern Lime Company en Taung, Sudáfrica. Raymond Dart, anatomista de la Universidad de Witwatersrand, observó el fósil y vio su importancia. Dart publicó su relato en la revista Nature en 1925, describiéndolo como una nueva especie.
Los antropólogos británicos de la época creían en el Hombre de Piltdown. Este engaño tenía un gran cerebro y dientes parecidos a los de los simios -todo lo contrario al Niño de Taung-, por lo que el hallazgo de Dart no fue apreciado durante décadas.
Descripción y características
El Niño de Taung es el cráneo de un individuo joven (un infante) de Australopithecus africanus. Conserva una impresión endocraneana o huella del cerebro, lo que permitió estudiar la morfología cerebral sin disponer del tejido. El tamaño cerebral es pequeño comparado con el de los humanos modernos, pero la posición del foramen magnum (la abertura por donde sale la médula espinal) indica una postura más erguida y capacidad de caminar sobre dos piernas, lo que sugiere que el bipedalismo precedió al gran aumento del tamaño cerebral en la evolución humana.
Al ser un individuo juvenil, el cráneo muestra dientes deciduos y permanentes en desarrollo; a partir de estos rasgos se estima que murió con unos 3–4 años de edad. La mezcla de rasgos —algunos similares a los simios y otros con afinidades humanas— convirtió al fósil en una prueba clave sobre la evolución temprana de los homínidos.
Edad y contexto geológico
Los estudios geológicos y bioestratigráficos posteriores han situado al Niño de Taung en el Plioceno tardío o Pleistoceno temprano; las estimaciones comunes lo ubican hace aproximadamente entre 2,8 y 2,3 millones de años. El fósil fue hallado en depósitos de piedra caliza explotados en la cantera de Taung, y su conservación excepcional permitió observar detalles que no suelen preservarse en restos tan antiguos.
Controversia inicial y aceptación
Cuando Raymond Dart describió el fósil en Nature en 1925, sus conclusiones sobre una especie intermedia entre simios y humanos fueron recibidas con escepticismo. Los antropólogos británicos de la época estaban influidos por el Hombre de Piltdown, un supuesto ancestro humano con gran cerebro que luego resultó ser un engaño. Hasta que el fraude de Piltdown fue expuesto en 1953, muchas de las ideas de Dart fueron rechazadas o ignoradas. Con la caída del Piltdown y la acumulación de nuevos hallazgos en África, el Niño de Taung pasó a ser reconocido como evidencia temprana de la ascendencia humana africana.
Cómo pudo morir
El patrón de daños en el cráneo ha sido objeto de estudio taponómico. Investigaciones modernas sugieren que el niño pudo haber sido víctima de depredadores, posiblemente aves rapaces, cuya acción deja marcas y fracturas típicas en cráneos pequeños. Aunque no hay certeza absoluta, la hipótesis de depredación por aves ha ganado apoyo por analogías con restos de primates modernos atacados por rapaces.
Importancia científica
- Reforzó la idea de que la evolución humana tuvo lugar en África.
- Demostró que el bipedalismo pudo aparecer antes del gran aumento del tamaño cerebral.
- Proporcionó una de las primeras evidencias directas sobre la morfología cerebral y el desarrollo infantil en homínidos fósiles.
Legado
El Niño de Taung sigue siendo uno de los fósiles más emblemáticos de la paleoantropología por su historia y por las preguntas que planteó y ayudó a responder sobre el origen humano. Continúa siendo estudiado con técnicas actuales (tomografías, análisis microscópicos y comparativos) que aportan nuevas perspectivas sobre su biología, su entorno y las causas de su muerte.


Molde que muestra las tres partes del cráneo

Descripción
El fósil consta de la mayor parte del cráneo, la cara y la mandíbula con dientes. También tiene un endocast (huella) natural de la caja del cerebro. Tiene una antigüedad de unos 2,5 millones de años.
Se cree que el Niño Taung tenía unos tres años en el momento de su muerte. Era una criatura que medía 105 cm y pesaba aproximadamente entre 20 y 24 libras. Taung Child tenía una capacidad craneal de 340 cc y vivía principalmente en un hábitat de sabana. Los exámenes de Taung Child comparados con los de un niño equivalente de 9 años sugieren que A. africanus tenía una tasa de crecimiento hasta la adolescencia que es más o menos la misma que la de los simios modernos, como los chimpancés, que la del Homo sapiens moderno. Sin embargo, las especies posteriores, como Homo ergaster/Homo erectus, tuvieron un ritmo de crecimiento entre los humanos y los simios modernos. Las pruebas se han basado principalmente en las del niño de Turkana, descubierto en 1984.
A principios de 2006 se anunció que el Niño de Taung fue probablemente asesinado por un águila (o un ave depredadora de gran tamaño similar). Se llegó a esta conclusión al observar las similitudes entre los daños sufridos por el cráneo y las cuencas oculares del Niño de Taung y los cráneos de primates que se sabe que han sido asesinados por águilas modernas.
El lado izquierdo del endocast del niño Taung está cubierto de hermosos cristales de carbonato de calcio.
Historia
Su importancia radica en que fue el primero de los fósiles que se encontraron en los años veinte y treinta que demostró que el ser humano tiene una "historia natural" propia, tal y como había predicho Darwin.
El cráneo se encuentra ahora en el depósito de la Universidad de Witwatersrand.
Buscar dentro de la enciclopedia