Vertedero de residuos: definición, funcionamiento, emisiones y energía

Un vertedero es un lugar donde se guardan los residuos. Los residuos suelen enterrarse en los vertederos, pero primero pueden clasificarse para eliminar cualquier material reciclable.

Los vertederos tienen mal olor y mal aspecto, por lo que suelen estar situados lejos de donde vive la gente.

Una vez que los residuos son triturados en trozos muy pequeños, se entierran, pero en ausencia de oxígeno, se crea un peligroso gas llamado metano. Este proceso se llama digestión anaeróbica. En algunos países, el metano de los vertederos se utiliza para generar energía.

¿Qué tipos de vertederos existen?

Hay varios tipos de instalaciones para la disposición final de residuos, entre los que destacan:

  • Vertederos controlados: sin todas las medidas técnicas modernas, pero con cierta gestión para reducir impactos.
  • Vertederos sanitarios: diseñados con capas impermeables, sistemas de drenaje de lixiviados, recolección de biogás y controles ambientales para minimizar riesgos.
  • Botaderos o vertederos informales: sin control técnico ni protección, con alto riesgo para la salud y el medio ambiente.

Cómo funcionan los vertederos modernos

Un vertedero sanitario se construye en capas: una base impermeable (arcilla compactada y/o membrana sintética), un sistema de drenaje para recoger los lixiviados (líquidos que resultan de la descomposición y de la infiltración de agua) y tuberías que extraen el biogás. La gestión típica incluye:

  • Recepción y compactación de residuos para reducir volumen.
  • Cubierta diaria con material inerte para disminuir malos olores, roedores y así evitar la propagación de incendios.
  • Instalación de pozos o colectores de gas para extraer el biogás que se genera por la degradación anaerobia.
  • Tratamiento y disposición segura de lixiviados, mediante plantas de tratamiento, estanques de decantación o humedales construidos.

Emisiones: gas y lixiviados

La descomposición de materia orgánica en ausencia de oxígeno produce un biogás compuesto principalmente por metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2), además de pequeñas cantidades de otros compuestos (H2S, compuestos orgánicos volátiles). El metano es un potente gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento global mayor que el CO2 a corto plazo.

Los lixiviados contienen materia orgánica disuelta, sales, metales y contaminantes que, si no se recogen y tratan, pueden infiltrar y contaminar suelos y aguas subterráneas.

Impactos ambientales y de salud

  • Contaminación de aguas subterráneas por lixiviados.
  • Emisión de gases de efecto invernadero (metano y CO2) y olores desagradables.
  • Riesgo de incendios y explosiones por acumulación de gas sin control.
  • Proliferación de vectores (insectos, roedores) que afectan la salud pública.

Recuperación de energía y uso del biogás

El biogás extraído puede aprovecharse para producir energía eléctrica y térmica mediante motores de combustión o turbinas. También puede depurarse y convertirse en biometano de calidad para inyectar en la red de gas o usarse como combustible para vehículos. En instalaciones donde la recuperación no es viable, el gas suele quemarse (flare) para disminuir su impacto climático.

Gestión, regulación y cierre

Las buenas prácticas exigen que los vertederos estén regulados, con permisos, monitoreo de emisiones y planes de cierre y poscierre. El cierre incluye la colocación de una capa final de cobertura, revegetación y un periodo de vigilancia (monitoreo de metano y lixiviados) que puede durar décadas.

Alternativas y reducción de residuos

La forma más eficaz de reducir los impactos de los vertederos es disminuir la cantidad de residuos que llegan a ellos:

  • Reducir el consumo y el desperdicio.
  • Reutilizar productos y envases.
  • Reciclar materiales como papel, vidrio, plástico y metales.
  • Compostar la fracción orgánica para evitar su descomposición anaerobia en vertederos.
  • Fomentar sistemas de gestión integrada de residuos y la economía circular.

Qué puede hacer la ciudadanía

  • Separar correctamente los residuos en origen para facilitar reciclaje y compostaje.
  • Reducir el consumo de plásticos de un solo uso y preferir productos duraderos.
  • Participar en programas locales de compostaje y reciclaje.
  • Informarse sobre las políticas municipales y exigir gestión adecuada de los vertederos.

En resumen, un vertedero es la solución de último recurso para la eliminación de residuos. Su diseño y gestión adecuados reducen riesgos y permiten incluso recuperar energía, pero la mejor estrategia a largo plazo es evitar la generación de residuos y potenciar el reciclaje y el compostaje.

Un vertedero en PoloniaZoom
Un vertedero en Polonia

Vertedero incontrolado.Zoom
Vertedero incontrolado.

Grandes vertederos en Estados Unidos

Vertedero Regional de Roosevelt, Roosevelt, Washington. Vertedero de
Denver Arapahoe, Aurora, Colorado.
Vertedero de Columbia Ridge, Arlington, Oregón.
Pine Tree Acres, Lenox, Michigan.

Otros grandes vertederos


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