Tecnofobia
La tecnofobia es el miedo, o la aversión, a los dispositivos técnicos más avanzados. La tecnofobia se produce desde la Revolución Industrial. Muy a menudo, los artistas muestran la tecnofobia en sus obras. Dos ejemplos de ello son Frankenstein y la película Metrópolis. Los luditas eran un movimiento de trabajadores textiles que luchaban contra el uso de las máquinas, en el siglo XIX.
Frankenstein es uno de los primeros ejemplos de tecnofobia. Esta imagen muestra a Boris Karloff, que interpretó a Frankenstein, en los años 30.
Tecnofobia en los grupos anabaptistas
Los grupos anabaptistas, como los amish o los menonitas, suelen mostrarse como contrarios a toda tecnología moderna. Esta imagen es falsa y se basa en gran medida en la ignorancia. Estos grupos no son tecnofóbicos, simplemente juzgan las tecnologías que utilizan: si la tecnología es útil para el grupo en su conjunto, y no supone un riesgo para que el grupo se desmorone, la tecnología se suele mantener. Por ejemplo, los tractores se utilizan porque ayudan a la agricultura. Los coches, en cambio, no suelen utilizarse porque contribuyen a separar a la comunidad.
Ocurrencia
En un estudio realizado entre 1992 y 1994 se preguntó a estudiantes universitarios de diferentes países si eran tecnófobos: Entre los 3.392 participantes de Estados Unidos, el 29% se identificó como muy tecnófobo. A modo de comparación, el 58% de los participantes japoneses se identificaron como tecnófobos, en la India, la cifra fue del 82%, y en México, del 53%.