Bandas (antropología): definición de sociedades de cazadores-recolectores

En antropología, las bandas son las sociedades más pequeñas y flexibles: típicamente reúnen entre 5 y 80 personas, aunque lo usual es un núcleo de 20–50 individuos. La mayoría de sus miembros son parientes cercanos por nacimiento o por matrimonio; en esencia, una banda equivale a una familia extensa o a varias familias extensas emparentadas. Hoy día las bandas autónomas se conservan principalmente en áreas remotas de Nueva Guinea y de la Amazonia, aunque históricamente estuvieron mucho más extendidas. Entre ejemplos bien documentados figuran muchos grupos de pigmeos africanos, los cazadores-recolectores san del sur de África (a menudo llamados bosquimanos), los aborígenes australianos, los esquimales (inuit) y diversos nativos americanos de zonas de baja productividad, como Tierra del Fuego y los bosques boreales del norte. La mayoría de estas bandas históricas y modernas practicaron o practican un modo de vida como cazadores-recolectores nómadas más que como productores agrícolas asentados. Hasta hace al menos 40.000 años probablemente todos los humanos vivían en bandas; aún hace unos 11.000 años la mayoría de las sociedades humanas eran bandas o formas sociales muy similares.

Características sociales y demográficas

Las bandas carecen de una residencia única y permanente; la tierra y los recursos se usan de forma comunal y móvil, no parcelada entre individuos o linajes. La composición demográfica es variable: su tamaño y estructura responden a la disponibilidad estacional de recursos, a la mortalidad, a matrimonios exógamos y a procesos de fusión y escisión (fission–fusion) en los que grupos pequeños se separan o se juntan en amplias reuniones ceremoniales o de subsistencia. Cuando la población crece demasiado o los recursos escasean, las bandas suelen dividirse en subunidades o dispersarse temporalmente.

Economía, movilidad y subsistencia

En las bandas no existe una especialización económica permanente más allá de divisiones por edad y sexo: la recogida, la caza y otras tareas de subsistencia las realizan todos los individuos sanos según sus capacidades. La movilidad residencial es frecuente: campamentos temporales, movimientos estacionales y espacios de uso compartido permiten explotar recursos distribuidos en el territorio. El reparto de alimentos tiende a basarse en la reciprocidad y la redistribución informal (compartir caza grande, compartir con parientes y con miembros que pasan necesidad), mecanismos que reducen la inseguridad alimentaria en ambientes impredecibles. Las redes de intercambio entre bandas permiten acceder a bienes y matrimonios fuera del grupo inmediato.

Organización política y resolución de conflictos

No existen instituciones formales (como leyes, cuerpos de policía o tratados codificados) comparables a las de sociedades estatales. La organización se describe como “igualitaria” en el sentido de ausencia de estratificación social formal (clases hereditarias) y de monopolios institucionales de poder. Sin embargo, esa igualdad no implica que no haya diferencias de prestigio. El liderazgo es informal, situacional y adquirido: individuos con habilidades sociales, experiencia en caza, destreza oratoria, conocimiento ritual o fuerza física pueden ejercer influencia. La toma de decisiones suele ser colegiada o por consenso; la persuasión, el prestigio personal, la opinión de ancianos y la autoridad moral tienen más peso que la coerción. Para resolver los conflictos se emplean mecanismos como la mediación por parientes o figuras respetadas, el ostracismo, la sanción social (vergüenza, pérdida de amistad), pago de compensaciones o, en algunos casos, venganza entre familias. La violencia intergrupal (raids, disputas por recursos o por mujeres) existe, pero su forma y frecuencia varían mucho entre contextos.

Parentela, matrimonio y género

Lazos de parentesco (kinship) organizan gran parte de la vida social: la residencia post-matrimonial puede ser neolocal, matrilocal o patrilocal según la tradición, y las reglas de matrimonio (endogamia/exogamia, intercambio de mujeres o dotes) moldean las alianzas entre bandas. Las mujeres y los hombres tienen roles complementarios en la economía, aunque los detalles varían culturalmente: por ejemplo, en muchos grupos la recolección aporta la mayor parte de las calorías, mientras la caza aporta proteínas y prestigio social. Las decisiones sobre movilidades, campamentos y alianzas suelen negociarse entre matrimonios y redes de parentesco.

Prácticas culturales y cohesión

Los mitos, rituales, ceremonias y tabúes fortalecen la identidad de la banda y regulan comportamientos (p. ej., normas de respeto a los ancianos, reglas de acceso a zonas de caza). Las reuniones estacionales o ceremoniales sirven para intercambiar bienes, concertar matrimonios, resolver conflictos y renovar alianzas entre bandas. La cohesión social se mantiene por medio de reciprocidad, redes de parentesco, solidaridad en tiempos de escasez y sanciones informales.

Evolución, primates y registro arqueológico

Nuestros parientes biológicos más cercanos, los gorilas, chimpancés y bonobos de África, también viven en grupos con rasgos análogos a las bandas humanas (tamaños variables, relaciones de parentesco, liderazgo situacional). Por eso se supone que la organización en bandas es una de las formas sociales más antiguas que heredamos de nuestra historia evolutiva. La transición a sociedades más complejas —tribus, jefaturas y estados— estuvo ligada a cambios tecnológicos (mejora en la explotación de recursos), al aumento de la producción de alimentos y a la sedentarización: el surgimiento de la agricultura, hace unos 11.000 años, permitió la aparición de asentamientos permanentes, especialización laboral, jerarquías y propiedad privada territorial.

El registro arqueológico (remanentes de campamentos, herramientas, restos de fauna, patrones de asentamiento) y la evidencia genética apoyan la idea de que durante gran parte de la prehistoria humana predominó una organización en bandas o en unidades domésticas móviles. El paso a sociedades más estratificadas fue gradual y dependió de factores ambientales, demográficos y tecnológicos.

Comparación con otras formas sociales

Una banda se distingue de otras formas sociales como la tribu (mayor tamaño, mayor complementariedad económica y líderes más estables), la jefatura (existencia de un líder con autoridad heredada o con control de recursos) y el Estado (burocracia, leyes codificadas, coerción institucional). Comprender las bandas ayuda a explicar rasgos humanos universales como la cooperación entre no parientes, la reciprocidad, la moralidad y las capacidades para la negociación social que sostienen la vida en pequeños grupos móviles.

En resumen, las bandas son unidades pequeñas, móviles y basadas en la parentela que constituyeron la forma de organización humana predominante durante la mayor parte de nuestra historia. Aunque parecen “igualitarias” en términos institucionales, presentan diferencias de prestigio y liderazgo informal; su estudio aporta claves esenciales para entender la evolución de la cooperación y la política humana.

Preguntas y respuestas

P: ¿Qué es una banda en antropología?


R: En antropología, una banda es la sociedad más pequeña formada por 5-80 personas que suelen ser parientes cercanos por nacimiento o matrimonio. Puede considerarse como una familia extensa o varias familias extensas emparentadas.

P: ¿Dónde se encuentran hoy en día las bandas autónomas?


R: Las bandas autónomas actuales están prácticamente confinadas a las zonas más remotas de Nueva Guinea y la Amazonia.

P: ¿Desde cuándo viven los humanos en bandas?


R: Los humanos han vivido en bandas durante al menos 40.000 años, hasta hace poco, cuando la mejora de la tecnología permitió a algunos cazadores-recolectores asentarse en viviendas permanentes en zonas ricas en recursos.

P: ¿Qué tipo de especialización económica existe dentro de una banda?


R: Dentro de una banda no existe una especialización económica regular excepto por edad y sexo; todos los individuos sanos buscan comida.

P: ¿Existen instituciones formales como leyes, policía y tratados dentro de una banda?


R: No, no hay instituciones formales como leyes, policía y tratados presentes dentro de una banda para resolver conflictos entre sus miembros.

P: ¿El liderazgo dentro de una banda es formalizado o hereditario?


R: No, el liderazgo dentro de una banda no está formalizado ni es hereditario; se adquiere a través de cualidades como la personalidad, la fuerza, la inteligencia y las habilidades de lucha.

P: ¿Qué otros animales viven en bandas similares a la humana?



R: Nuestros parientes biológicos más cercanos -los chimpancés gorilas y los bonobos- también viven en bandas similares a las de los humanos.

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