Pompeyo el Grande: líder militar y político de la República Romana
Pompeyo el Grande: vida y ambición del líder militar y político de la República Romana; rival de César, derrota en Farsalia y muerte en Egipto.
Gneo Pompeyo Magno (29 de septiembre de 106 a.C. - 28 de septiembre de 48 a.C.), conocido simplemente como Pompeyo o por el epíteto Pompeyo el Grande, fue uno de los principales líderes militares y políticos de la República Romana en su fase final. Su carrera abarcó conquistas militares, reformas administrativas y una intensa participación en las luchas políticas que acabarían por transformar la República.
Orígenes y ascenso
Procedente de una familia acomodada de la Italia provincial, Pompeyo inició su carrera política y militar en el contexto de las guerras civiles que siguieron al declive del sistema republicano. Su alianza inicial con el general conservador Lucio Cornelio Sula le proporcionó oportunidades excepcionales: Sila lo distinguió con el sobrenombre de apodo de Magnus ("el Grande") como reconocimiento a sus victorias y a su lealtad. A partir de entonces, Pompeyo consolidó su posición entre la aristocracia romana y acumuló prestigio y riqueza.
Principales campañas militares
Pompeyo destacó por una serie de campañas que ampliaron la influencia romana y reforzaron su fama:
- Participó en las campañas de apoyo a Sila y en la pacificación de puntos activos de resistencia interna.
- En 67 a.C. recibió poderes extraordinarios para combatir la piratería en el Mediterráneo (mediante leyes que le otorgaron mando amplio), llevando a una drástica reducción de las incursiones piratas y asegurando las rutas comerciales.
- Dirigió la fase final de la guerra contra el rey Mitrídates VI del Ponto en el marco de la Tercera Guerra Mitridática, obteniendo victorias que consolidaron el dominio romano en el Asia Menor y el Oriente.
Tras estas campañas, Pompeyo reorganizó provincias orientales, estableció reinos cliente y asentó a veteranos, aumentando así su clientela política y su influencia económica.
Acceso al poder político y el Primer Triunvirato
Pompeyo formó parte de la célebre alianza informal conocida como el Primer Triunvirato, junto con Marco Licinio Craso y Cayo Julio César. Este pacto, surgido a comienzos de la década de 60 a.C., combinó intereses personales y ambiciones políticas: Pompeyo buscaba asentarse y obtener reconocimiento del Senado por sus logros y tierras para sus veteranos; César necesitaba apoyo para su carrera y Craso buscaba prestigio militar y estabilidad política.
La alianza permitió a sus miembros repartirse cargos, apoyos y beneficios durante varios años, pero era frágil por naturaleza. La muerte de Julia, hija de César y esposa de Pompeyo, en 54 a.C. (que debilitó el vínculo personal entre ambos) y la muerte de Craso en la batalla de Carras (53 a.C.) terminaron por desmoronar el equilibrio entre los tres y aumentaron las tensiones entre Pompeyo y César.
Ruptura y guerra civil
La rivalidad entre Pompeyo y César creció durante los últimos años de la década de 50 a.C., enfrentando al sector conservador del Senado, que veía en Pompeyo a su representante, contra la facción más popular y ambiciosa encabezada por César. La situación escaló hasta la guerra civil: en 49 a.C. César cruzó el Rubicón y empezó la contienda abierta.
Pompeyo, apoyado por la mayoría del Senado, se retiró con sus fuerzas hacia el sureste de Italia y luego a Grecia para reunir tropas. En el decisivo enfrentamiento en Farsalia, en 48 a.C., fue derrotado por César (batalla de Farsalia). Tras la derrota, huye hacia Egipto buscando asilo, pero fue asesinado a su llegada por agentes de la corte del joven faraón Ptolomeo XIII, que pretendían congraciarse con César.
Muerte y legado
Pompeyo murió el 28 de septiembre de 48 a.C. en Alejandría. Su asesinado marcó el fin de una era: era uno de los últimos grandes generales de la República cuya carrera ilustró tanto las posibilidades de ascenso social en Roma como los peligros de la concentración de poder personal. Su figura y su conflicto con César forman parte central del proceso que llevó del sistema republicano a la monarquía imperial.
Su legado incluye:
- Reformas administrativas y la reorganización del Oriente romano, con la creación de clientelas y estructuras provinciales.
- Innovaciones en el empleo de fuerzas navales y en la logística militar, especialmente en la lucha contra la piratería.
- Una destacada presencia en la literatura y la historiografía antigua: sus actos son relatados por fuentes como César, Plutarco, Apiano y otros, y su vida ha inspirado numerosas obras históricas y dramáticas.
Aunque su ambición y su rivalidad con César contribuyeron al colapso del sistema republicano, Pompeyo sigue siendo recordado como uno de los comandantes más capaces y polémicos de su tiempo, figura clave para entender la transición de Roma de República a Imperio.

Pompeyo

Pompeyo en una moneda de su hijo Sexto Pompeyo.
Guerra civil y asesinato
Al principio, Pompeyo decía que podía derrotar a César y levantar ejércitos con sólo pisar el suelo de Italia, pero en la primavera del 49 a.C., César cruzó el Rubicón y sus legiones arrasaron la península. Pompeyo abandonó Roma y llevó sus legiones al sur, hacia Brundisium. Pompeyo tenía la intención de formar su ejército, y hacer la guerra contra César en el este. Ni Pompeyo ni el Senado pensaron en llevarse el inmenso tesoro, probablemente pensando que César no se atrevería a tomarlo para sí. Lo dejaron en el templo de Saturno cuando César y sus fuerzas entraron en Roma.
Escapando a duras penas de César en Brundisium, Pompeyo cruzó al Epiro. Allí, durante la campaña española de César, Pompeyo había reunido una gran fuerza en Macedonia, con nueve legiones más contingentes de los aliados romanos en el este. Su flota controlaba el Adriático. Sin embargo, César logró cruzar al Epiro en noviembre del 49 a.C. y capturó Apolonia.
Pompeyo se enfrentó a César en la batalla de Dyrrhachium (48 a.C.), en la que César perdió 1000 hombres y Pompeyo 2000. Al no perseguir en el momento de la derrota de César, Pompeyo desperdició la oportunidad de destruir el ejército mucho más pequeño de César. Como dijo el propio César, "hoy el enemigo habría ganado, si tuviera un comandante que fuera un ganador" (Plutarco, 65).
Según Suetonio, fue en ese momento cuando César dijo que "ese hombre (Pompeyo) no sabe ganar una guerra". Con César a cuestas, los conservadores liderados por Pompeyo huyeron a Grecia. César y Pompeyo tuvieron su enfrentamiento final en la batalla de Farsalia en el 48 a.C. La lucha fue amarga para ambos bandos, y aunque se esperaba que Pompeyo ganara, debido a la ventaja numérica, las brillantes tácticas y la superior capacidad de lucha de los veteranos de César condujeron a la victoria de éste. Pompeyo se reunió con su esposa Cornelia y su hijo Sexto Pompeyo en la isla de Mitilene. Entonces se preguntó a dónde ir después. Huyó a Egipto.
Al llegar a Egipto, el destino de Pompeyo fue decidido por los consejeros del joven rey Ptolomeo XIII. Mientras Pompeyo esperaba en alta mar, discutieron el coste de ofrecerle refugio con César ya en camino a Egipto; el eunuco del rey, Pothinus, se impuso. Según Plutarco, Cornelia observó con ansiedad desde el trirreme cómo Pompeyo partía en una pequeña embarcación con unos pocos compañeros y se dirigía a una fiesta de bienvenida en la costa egipcia. Cuando Pompeyo bajó de la barca, fue apuñalado hasta la muerte por hombres que seguían las órdenes de Pothinus.
Pompeyo murió un día después de cumplir 59 años. Su cuerpo permaneció en la costa, para ser incinerado por su leal liberto Filipo sobre las tablas podridas de un barco pesquero. Su cabeza y su sello fueron presentados a César, quien, según Plutarco, lamentó este insulto a la grandeza de su antiguo aliado. César castigó a sus asesinos y a sus co-conspiradores egipcios, condenando a muerte tanto a Achillas como a Pothinus. Las cenizas de Pompeyo fueron finalmente devueltas a Cornelia, que las llevó a su casa de campo cerca de Alba.
Casio Dio describe las reacciones de César con escepticismo. Cree que la causa de la caída de Pompeyo no fue la traición, sino sus propios errores políticos. En el relato de Appiano sobre la guerra civil, César hace enterrar la cabeza cortada de Pompeyo en Alejandría, en un terreno reservado para un nuevo templo a la diosa Némesis. Las funciones divinas de Némesis (~el destino) incluían el castigo de la arrogancia (el orgullo). Para Plinio, la humillación del final de Pompeyo contrasta con su enorme cabeza-retrato, tachonada de perlas, y llevada en procesión durante su mayor Triunfo.

La huida de Pompeyo después de Farsalia , de Jean Fouquet
Preguntas y respuestas
P: ¿Quién era Gneo Pompeyo Magno?
R: Gneo Pompeyo Magno, también conocido como Pompeyo o Pompeyo el Grande, fue un importante líder militar y político de finales de la República romana.
P: ¿Cómo se aseguró Pompeyo un lugar en las filas de la nobleza romana?
R: Aunque Pompeyo procedía de un entorno provincial italiano, consiguió asegurarse un lugar en las filas de la nobleza romana y Lucio Cornelio Sula le dio el apodo de Magnus ("el Grande").
P: ¿Quiénes eran los rivales y aliados de Pompeyo?
R: Pompeyo fue rival de Marco Licinio Craso y aliado de Cayo Julio César. Juntos, los tres políticos dominarían la república romana tardía a través de una alianza política llamada el Primer Triunvirato.
P: ¿Qué provocó las disputas entre Pompeyo y César?
R: Tras la muerte de Julia y Craso (54 a.C.), las disputas entre Pompeyo y César por el liderazgo de la República romana desembocaron en una guerra civil.
P: ¿Cuándo y dónde fue Pompeyo derrotado decisivamente por César?
R: Pompeyo fue derrotado decisivamente por César en la batalla de Farsalia en el 48 a.C.
P: ¿Adónde huyó Pompeyo tras su derrota en la batalla de Farsalia?
R: Tras su derrota en la batalla de Farsalia, Pompeyo huyó a Egipto.
P: ¿Cómo murió Pompeyo?
R: Pompeyo fue asesinado en Egipto.
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