Ketamina: definición, historia, usos médicos, efectos y riesgos
La ketamina es un anestésico disociativo. Es un tipo de medicamento que un médico puede administrar para dormir a alguien para una operación. La ketamina también puede utilizarse como analgésico y como broncodilatador (que facilita la entrada de aire en los pulmones). A veces puede provocar un tipo especial de alucinación que le hace sentirse alejado de sí mismo y de las cosas que le rodean, por lo que algunas personas la utilizan como droga recreativa. Como puede tener efectos secundarios graves, no suele estar disponible como medicamento de venta libre.
¿Qué es y cómo actúa?
La ketamina es un fármaco anestésico disociativo cuyo mecanismo principal consiste en bloquear los receptores N-metil-D-aspartato (NMDA) del sistema nervioso central. Esto altera la transmisión de señales entre neuronas, produciendo analgesia, anestesia y la sensación de separación del entorno y del propio cuerpo. También interactúa con otros sistemas neurotransmisores (por ejemplo, monoaminas) y tiene efectos sobre la presión sanguínea y la respiración.
Historia y evolución
La ketamina se desarrolló en 1962 como un anestésico disociativo de acción rápida que se utilizaba en cirugía. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó su uso en humanos en 1970. Su rapidez de acción, efecto cardiovascular relativamente estable y facilidad de administración la convirtieron en una herramienta útil en medicina de urgencias y en entornos militares (por ejemplo, durante la Guerra de Vietnam) para anestesia y analgesia en campo. Por desgracia, el abuso comenzó en la costa oeste y se extendió por todo el país en la década de 1980. El mercado ilícito produjo nuevas formas de la droga, disponibles como polvo, cápsulas, piedras de cristal, tabletas y soluciones inyectables. La droga se consume en gran medida por vía intranasal (a través de la inhalación) o por vía oral.
En años recientes se ha investigado la ketamina y su enantiómero S (esketamina) para el tratamiento de la depresión resistente; la esketamina en forma de aerosol nasal recibió aprobación en varios países para este uso bajo estrictas condiciones médicas y de seguimiento.
Usos médicos
- Anestesia: inducir y mantener anestesia general, especialmente en situaciones de urgencia o cuando se necesita mantener la presión arterial.
- Analgesia: en dolor agudo o crónico, a dosis subanestésicas puede reducir el dolor intenso y la sensibilización central.
- Broncodilatación: tiene efecto broncodilatador útil en algunos episodios agudos de broncoespasmo cuando otros tratamientos no son suficientes.
- Psiquiatría experimental: tratamiento de la depresión resistente y de trastorno de estrés postraumático en protocolos controlados (bajo supervisión médica).
Formas de administración
- Intravenosa (IV) e intramuscular (IM) en contexto hospitalario.
- Intranasal y oral en contextos recreativos o en formulaciones médicas (aerosol nasal en caso de esketamina para depresión).
- Subcutánea u otras vías según indicación clínica y formulación.
Efectos inmediatos y secundarios
Los efectos varían según la dosis, la vía de administración y la mezcla con otras sustancias. Entre los efectos agudos más frecuentes están:
- Disociación, sensación de irrealidad o separación del yo.
- Alucinaciones sensoriales y cambios en la percepción visual y auditiva.
- Analgesia y pérdida de sensibilidad al dolor.
- Aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
- Náuseas, vómitos y movimiento ocular involuntario (nistagmo).
- Somnolencia y, en altas dosis o en combinación con depresores, riesgo de depresión respiratoria.
Riesgos y efectos a largo plazo
- Dependencia y tolerancia: el uso repetido puede generar tolerancia y, en algunas personas, dependencia psicológica.
- Trastornos urinarios: el consumo crónico se asocia con cistitis por ketamina (dolor vesical, urgencia urinaria, hematuria) y daño del tracto urinario que puede requerir intervención médica.
- Problemas neurológicos y cognitivos: deterioro de la memoria, atención y otras funciones cognitivas con uso prolongado y en altas dosis.
- Daño hepático: reportes de alteraciones hepáticas en consumidores crónicos.
- Riesgo psiquiátrico: exacerbación de trastornos psicóticos preexistentes o aparición de síntomas disociativos persistentes en algunos casos.
Interacciones y contraindicaciones
La ketamina puede interactuar peligrosamente con otras drogas que deprimen el sistema nervioso central (alcohol, benzodiazepinas, opiáceos), aumentando el riesgo de depresión respiratoria. Debe usarse con precaución o evitarse en personas con hipertensión grave no controlada, enfermedad cardiovascular inestable o historia de psicosis. El uso en embarazo y lactancia debe evaluarse con el médico según riesgos y beneficios.
Abuso recreativo y formas de consumo
En el uso recreativo la ketamina suele presentarse como polvo para inhalar (esnifar), como tabletas o en soluciones para inyección. Los usuarios buscan efectos disociativos, euforia y alteración sensorial. Sin embargo, el consumo recreativo conlleva riesgos significativos, especialmente cuando se combina con otras sustancias, cuando se desconoce la pureza o cuando se usa frecuentemente.
Prevención, reducción de daños y actuación en emergencias
- Evitar mezclar ketamina con alcohol, opiáceos o sedantes.
- Si alguien presenta agitación intensa, convulsiones o depresión respiratoria, solicitar atención médica de emergencia de inmediato.
- En casos de intoxicación aguda, el tratamiento es principalmente de soporte: controlar la vía aérea, respiración y circulación; administrar oxígeno y, si procede, sedación con benzodiacepinas para controlar la agitación o las reacciones psicóticas.
- Buscar ayuda médica si aparecen síntomas urinarios persistentes, dolor abdominal o problemas cognitivos tras consumo repetido.
Estado legal e investigación
La ketamina está regulada en la mayoría de países y su uso médico requiere prescripción y control. Su fabricación, venta y posesión fuera de los marcos legales pueden ser ilegales. En investigación, hay interés creciente en su potencial para tratar la depresión resistente, el dolor crónico y el trastorno por estrés postraumático, aunque los tratamientos aprobados (como la esketamina nasal) se administran en entornos controlados debido a efectos adversos y riesgo de abuso.
Conclusión
La ketamina es un fármaco de utilidad médica real y valiosa en anestesia, analgesia y en algunos tratamientos psiquiátricos experimentales, pero también posee potencial de abuso y efectos adversos importantes, especialmente con consumo repetido o en combinación con otras sustancias. Su uso debe ser siempre supervisado por profesionales sanitarios y, frente a síntomas preocupantes, buscar atención médica o servicios de urgencia.
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Ketamina
Uso médico
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la ketamina como un medicamento esencial, especialmente como anestésico y analgésico. Con supervisión médica, la ketamina es un anestésico quirúrgico mejor que muchos otros, y es más segura para un mayor número de pacientes. También es el anestésico de elección en la cirugía veterinaria. En medicina, la ketamina se inyecta normalmente en una vena o en un músculo. La ketamina no es el primer anestésico que un médico pensaría en utilizar en la mayoría de las situaciones debido a las alucinaciones que provoca. Por otro lado, mientras que la mayoría de los anestésicos suprimen la respiración, lo que provoca la necesidad de una máquina que le ayude a respirar, la ketamina no lo hace. Esto puede convertirla en un anestésico útil cuando no se dispone de ningún equipo, por ejemplo, en una zona de guerra.
Efectos secundarios
A corto plazo
Los efectos secundarios a corto plazo se producen en aproximadamente el 40% de las personas e incluyen:
- Mareos
- Visión doble
- Euforia
- Visión borrosa
- Le cuesta expresar sus emociones, no es muy reactivo emocionalmente
- Presión arterial alta
- Latidos rápidos del corazón
- Sentirse enfermo y vomitar
- Tener problemas para entender o producir el habla
- Pesadillas
- Ilusiones
- Alucinaciones
- Cambio de imagen corporal
- Deterioro de la memoria y la atención
- Desrealización, o pérdida de contacto con la realidad
- Rigidez muscular.
A largo plazo
En el ámbito médico, la ketamina sólo se administra unas pocas veces, por lo que la mayoría de los efectos a largo plazo que se mencionan a continuación se encuentran en usuarios de ketamina recreativos y en modelos animales.
Efectos en el tracto urinario
Hay 110 informes de personas con problemas en el tracto urinario debido al uso de la ketamina.
Los síntomas incluyen:
- Necesidad urgente de orinar.
- Encontrar dolor al orinar y tener sangre en la orina.
- No poder retener tanta orina en la vejiga
Estos problemas del tracto urinario son más comunes en personas que han abusado de la ketamina a diario durante mucho tiempo.
Efectos neurológicos
Se ha descubierto que las personas que abusan mucho de la ketamina (más de 4 veces a la semana) presentan un deterioro de la memoria y un aumento de la depresión en comparación con las personas que no abusan de la ketamina. Las personas que consumen ketamina con menos frecuencia (de 1 a 4 veces por semana) y las que habían dejado de tomarla no mostraron diferencias en los parámetros mencionados. Esto sugiere que estos problemas con la memoria y el estado de ánimo no afectan a los consumidores poco frecuentes y podrían ser reversibles una vez que se deja de consumir ketamina.
Recientemente se ha realizado un estudio utilizando monos como modelo para ver si la ketamina es tóxica para el cerebro. El estudio descubrió que inyectar a los monos todos los días durante 6 meses con ketamina provocaba la muerte de más células en la parte frontal de su cerebro y también causaba una disminución de la actividad en las áreas del cerebro que controlan el movimiento.
Mecanismo de acción
La ketamina es un antagonista del NMDA en el SNC. Al inhibir los receptores NMDA en las neuronas inhibitorias del cerebro, provoca un aumento de la actividad del SNC y efectos simpaticomiméticos. Como resultado, no sólo se produce un efecto anestésico, sino también una activación del SNC, a diferencia de otros anestésicos. Esto es beneficioso en entornos quirúrgicos porque mantiene la presión sanguínea, los reflejos de las vías respiratorias, los bronquiolos permanecen dilatados y las vías respiratorias permeables. Esto hace que sea un fármaco especialmente útil en pacientes en estado de shock y en cirugía, ya que la presión arterial se mantiene con el uso de la ketamina, a diferencia de los anestésicos típicos que provocan una disminución de la presión arterial y una supresión respiratoria.
Investigación
Tratamiento de la adicción
Un estudio realizado por Evgeny Krupitsky ha descubierto que el uso de la ketamina junto con la psicoterapia y la terapia de grupo era mucho más eficaz para tratar la adicción al alcohol que el tratamiento tradicional. El mismo científico descubrió que la ketamina también podría ser útil para tratar la adicción a la heroína. A los pacientes que habían sido tratados de su adicción con múltiples sesiones de ketamina les fue mucho mejor que a los que sólo habían recibido una sesión de ketamina, con tasas de abstinencia del 50% y del 22,2% respectivamente.
Como antidepresivo
Se han realizado algunos pequeños estudios en los que se ha comprobado que una sola dosis de ketamina es capaz de mejorar la depresión resistente al tratamiento después de unas pocas horas y los efectos duran una semana. Los rápidos efectos antidepresivos de la ketamina pueden resultar una alternativa útil en comparación con los antidepresivos actuales, que pueden tardar varias semanas en surtir efecto.
Síndrome de dolor regional complejo
El CRPS es una enfermedad que provoca un dolor intenso y una inflamación que empeora con el tiempo. Se han realizado algunos estudios que sugieren que la ketamina podría ser útil como analgésico para el CRPS.
Preguntas y respuestas
P: ¿Qué es la ketamina?
R: La ketamina es un anestésico disociativo que puede utilizarse como analgésico, broncodilatador y droga recreativa. Fue desarrollada en 1962 y aprobada para su uso en humanos por la FDA en 1970.
P: ¿Cómo se suele tomar la ketamina?
R: La ketamina se consume mayoritariamente por vía intranasal (a través de la inhalación) o por vía oral.
P: ¿Cuáles son algunos de los efectos secundarios de la ketamina?
R: Algunos de los efectos secundarios de la ketamina son las alucinaciones, que le hacen sentirse alejado de sí mismo y de su entorno, así como otros efectos secundarios graves, razón por la que no está disponible sin receta médica.
P: ¿Cuándo se desarrolló la ketamina por primera vez?
R: La ketamina se desarrolló en 1962 como un anestésico disociativo de acción rápida que se utilizaba en cirugía.
P: ¿Se puede adquirir la ketamina sin receta médica?
R: No, debido a sus posibles efectos secundarios graves, la ketamina no está disponible sin receta médica.
P: ¿Cómo se extendió el abuso de la ketamina por todo el país?
R: El abuso de la ketamina comenzó en la costa oeste y se extendió por todo el país en la década de 1980.
P: ¿En qué formas se presentan las versiones de ketamina producidas en el mercado ilícito?
R: Las versiones de kataminas producidas en el mercado ilícito vienen en polvo, cápsulas, piedras de cristal, tabletas y soluciones inyectables.