Bessie Coleman
Elizabeth "Bessie" Coleman (26 de enero de 1892 - 30 de abril de 1926) fue la primera mujer piloto afroamericana que obtuvo una licencia de piloto internacional. Luchó contra la discriminación para cumplir su sueño de convertirse en piloto. Se convirtió en una experta piloto de aviones y educadora de aviación.
Vida temprana
Coleman nació en Texas en 1892. Su madre era afroamericana y su padre nativo americano. Tenía dos hermanos y una hermana pequeña. Sus padres eran aparceros. Cuando Coleman tenía dos años, su familia se trasladó a Waxahachie, Texas, donde Bessie fue a la escuela. Le encantaba leer y era muy buena en matemáticas. Su padre esperaba conseguir un trabajo.
Al padre de Coleman le molestaban las barreras raciales de Texas. Creía que la familia sería tratada mejor si se trasladaba al Territorio Indio en Oklahoma.
Al no poder convencer a su mujer de que le acompañara, el padre de Coleman abandonó a la familia cuando ella tenía nueve años. Por esa época, sus hermanos mayores crecieron y se mudaron. La madre de Coleman trabajaba como criada. Coleman ayudaba a cuidar a sus hermanas menores.
Durante la cosecha de algodón, todos los miembros de la familia trabajaban en los campos para ganar dinero extra. Era un trabajo caluroso y aburrido, y durante la cosecha los niños afroamericanos no podían ir a la escuela. Aun así, Coleman consiguió terminar los ocho cursos en la escuela local. Coleman decidió que quería ir a la universidad, así que ahorró su dinero. En unos cuatro años, tenía suficiente dinero para empezar la universidad. Un año después, se quedó sin dinero.
A los 23 años, Coleman se subió a un tren y emprendió el viaje a Chicago. Se mudó con sus hermanos y las esposas de éstos. Coleman tomó clases para aprender a ser manicurista, y pronto encontró un trabajo en la peluquería White Sox, en la zona sur de Chicago. Pero Coleman quería hacer algo más con su vida.
Volando
Su amigo Robert Abbott le dijo que podía viajar a Francia para volar. Estudió el idioma francés por la noche después del trabajo. Consiguió un nuevo trabajo como gerente de un restaurante y ahorró su dinero. Robert Abbot y sus amigos la ayudaron a pagar el viaje. En 1920, Coleman fue a Francia en un barco. Aprendió a ser piloto en la Escuela de Aviación de los Hermanos Caudron. En 1921, Coleman se convirtió en la primera mujer piloto afroamericana en tener una licencia de piloto internacional. La obtuvo de la Fédération Aéronautique Internationale.
Coleman regresó a Estados Unidos para trabajar como barnstormer, realizando trucos y acrobacias en su avión. Los "barnstormers" como Coleman hacían bucles, ochos y otros patrones mientras el público los observaba. Coleman actuó en Estados Unidos y Europa. En los años 20, gran parte de Estados Unidos todavía practicaba la segregación racial. Coleman se negaba a actuar en lugares que no dejaban ver a los afroamericanos en igualdad de condiciones. En un espectáculo en Texas, Coleman se negó a actuar a menos que los responsables del espectáculo dejaran entrar a todos los espectadores por la misma puerta en lugar de hacer una puerta para los blancos y otra para los negros. También dio clases de vuelo y animó a las mujeres a aprender a ser pilotos.
Coleman quería abrir una escuela de aviación en Estados Unidos donde los estudiantes negros pudieran aprender a ser pilotos.
En abril de 1926, Coleman y su mecánico, William Will, estaban practicando para una actuación al día siguiente. Will pilotaba el avión, cuando éste volcó y empezó a caer en picado. Coleman se cayó del avión y murió. Está enterrada en el cementerio Lincoln de Chicago.
Legado
Coleman está en el Salón de la Fama de la Aviación.
En 1929, William Powell creó el Bessie Coleman Aero Club en su honor. El Club promovía la aviación entre los estadounidenses de raza negra, y permitía la afiliación de hombres y mujeres.
En 1995, la Oficina de Correos de Estados Unidos emitió un sello en su honor. Una calle de Chicago lleva su nombre.