Técnicas de estudio
Las técnicas de estudio o estrategias de estudio son formas sistemáticas de mejorar el aprendizaje. Son necesarias para tener éxito en la escuela, especialmente en la universidad y más allá. Las técnicas de estudio incluyen numerosas técnicas y habilidades que ayudan a adquirir y retener información. Algunas son herramientas de evaluación que ayudan al estudiante a ver dónde necesita más ayuda.
Las técnicas de estudio pueden incluir la capacidad del alumno para escuchar, leer, comprender, concentrarse, recordar y organizar el material de aprendizaje y gestionar el tiempo de estudio.
Estrategias de aprendizaje
- La gestión del tiempo es una habilidad esencial. Los profesores han encontrado una conexión entre los estudiantes que pueden gestionar bien su tiempo y su GPA (promedio de calificaciones). Cuanto mejor gestionen el tiempo, mayor será su GPA. Britton y Tesser (1991) descubrieron que la medición de las habilidades de gestión del tiempo de los estudiantes de primer año era un mejor indicador de un GPA más alto que sus puntuaciones en el SAT como estudiantes de último año. La mayoría de los estudiantes descubren que, al analizar el uso que hacen del tiempo, gran parte del mismo se desperdicia.
- La mnemotecnia puede ayudar a recordar listas o secuencias de información. El nombre de Roy G. Biv es un ejemplo de mnemotecnia. Es un acrónimo de los colores del arco iris en la secuencia adecuada: Rojo, Naranja, Amarillo, Verde, Azul, Índigo y Violeta. También incluyen rimas, frases, poemas y la asociación de imágenes con información. La mnemotecnia debe utilizarse con moderación, ya que tiene algunas limitaciones.
- El método SQ3R. Se trata de un acrónimo de pregunta de encuesta, leer, recitar y repasar. SQ3R fue desarrollado por Francis Robinson en 1941. Los alumnos aprenden a estudiar los materiales de lectura, no leyendo cada palabra, sino haciéndose una idea general de lo que se trata. El siguiente paso es formar preguntas. Mira al final de los capítulos o libros para ver si hay preguntas. Lee el material para responder a las preguntas. A continuación, recita lo que has aprendido en voz alta. Recitar ayuda al proceso de aprendizaje mucho más que leer solo. Repasa la información unas horas o incluso días después. De este modo, la información se mantiene fresca en tu mente.
- Leer por encima y escanear. La lectura por encima es una técnica que permite aprovechar al máximo la lectura en el menor tiempo posible. Consiste en fijarse en los títulos de los capítulos, en las listas de puntos clave de las barras laterales y en las palabras clave de las frases. La primera frase del capítulo suele ser un resumen del mismo. El objetivo es intentar absorber al menos el 50% del texto. Luego se compara con lo que se ha hojeado.
- Grupos de estudio. Los colegios y universidades animan a los estudiantes a formar grupos de estudio. Un grupo de estudio puede dividir las tareas y que cada miembro se concentre en un segmento. Los estudiantes que enseñan o comparten lo que saben con otros aprenden más. Un grupo de estudio utiliza el aprendizaje activo, una forma muy eficaz de aprender.
- Tomar apuntes con eficacia. Las habilidades para tomar apuntes que se aprenden en el instituto rara vez son adecuadas para la universidad. En la universidad, tomar buenos apuntes implica un pensamiento crítico. Los profesores suelen dar conferencias a un ritmo rápido. No intentes apuntarlo todo, trata de establecer cuáles son los puntos clave. Una buena pista para saber cuáles son los puntos clave o importantes es que el profesor o conferenciante los repita durante la clase. Es importante desarrollar una buena capacidad de escucha. Las habilidades clave para tomar buenos apuntes son:
· Lectura previa de los materiales. Esto ayuda a la comprensión de las clases.
· Revise sus apuntes de la clase anterior.
· Ten todo lo que necesitas a mano. Asegúrate de tener bolígrafos, lápices, cuadernos y libros de texto.