Pequeña Edad de Hielo
La Pequeña Edad de Hielo (LIA) fue un periodo de enfriamiento después de una era (tiempo) más cálida que se conoce como el Periodo Cálido Medieval.
A los climatólogos (personas que estudian el clima) y a los historiadores les resulta difícil ponerse de acuerdo sobre las fechas de inicio y fin de este periodo. Algunos dicen que la Pequeña Edad de Hielo comenzó hacia el siglo XVI y continuó hasta mediados del siglo XIX. En general, se acepta que hubo tres mínimos, uno que comenzó hacia 1650, otro hacia 1770 y el último hacia 1850. Cada época estuvo separada por ligeros intervalos de calentamiento. Al principio, se creía que la LIA se produjo en todo el mundo. Ahora no está claro si esto es cierto.
La profundidad reconstruida de la Pequeña Edad de Hielo varía entre los distintos estudios (las anomalías mostradas son del periodo de referencia 1950-80).
Actividad solar
Durante el periodo 1645-1715, en plena Pequeña Edad de Hielo, hubo un periodo de baja actividad solar conocido como el Mínimo de Maunder. No se ha establecido la relación física entre la baja actividad de las manchas solares y el enfriamiento de las temperaturas, pero la coincidencia del Mínimo de Maunder con la depresión más profunda de la Pequeña Edad de Hielo sugiere dicha conexión. El Mínimo de Spörer también se ha identificado con un importante periodo de enfriamiento cerca del comienzo de la Pequeña Edad de Hielo. Otros indicadores de la baja actividad solar durante este periodo son los niveles de los isótopos carbono-14 y berilio-10.
Eventos de actividad solar registrados en el radiocarbono.
Actividad volcánica
Durante la Pequeña Edad de Hielo, el mundo también experimentó una mayor actividad volcánica. Cuando un volcán entra en erupción, sus cenizas llegan a lo alto de la atmósfera y pueden extenderse hasta cubrir toda la Tierra. Esta nube de ceniza bloquea parte de la radiación solar entrante, lo que provoca un enfriamiento mundial que puede durar hasta dos años después de una erupción.
Cierre del transportador oceánico
Otra posibilidad es que se produjera una interrupción o ralentización de la circulación termohalina, también conocida como "gran transportador oceánico" o "circulación meridional basculante". La corriente del Golfo podría haberse interrumpido por la introducción de una gran cantidad de agua dulce en el Atlántico Norte, posiblemente causada por un periodo de calentamiento anterior a la pequeña edad de hielo. Existe cierta preocupación de que la interrupción de la circulación termohalina pueda volver a producirse como consecuencia del calentamiento global.
Fin de la Pequeña Edad de Hielo
A partir de 1850, el clima comenzó a calentarse y terminó la Pequeña Edad de Hielo. Algunos críticos del calentamiento global creen que el clima de la Tierra aún se está recuperando de la Pequeña Edad de Hielo y que la actividad humana no es el factor decisivo en las tendencias actuales de la temperatura, pero esta idea no es ampliamente aceptada.