Superfluidez
La superfluidez es un estado de la materia en el que un líquido puede actuar de forma muy extraña.
Algunas de las cosas que puede hacer un superfluido son:
- Puede fluir con extrema facilidad. (La facilidad con la que fluye un líquido se denomina viscosidad). De hecho, fluye con tanta facilidad que la fricción no cambia su forma de fluir; tiene una viscosidad nula. Por ello, puede fluir fuera de un recipiente, como un cuenco, incluso cuando el cuenco no está inclinado para que el líquido se derrame.
- Se queda quieto cuando se hace girar su recipiente, en lugar de iniciar un remolino como cuando se vacía un fregadero lleno de agua. Sin embargo, se forma un remolino si el recipiente se hace girar a una velocidad determinada.
Hasta ahora, los científicos sólo han podido crear superfluidos a temperaturas extremadamente frías. Sin embargo, los superfluidos tienen bastantes usos en la ciencia actual, como:
- El helio superfluido a -271,4 grados Celsius [-456,2 grados Fahrenheit] se utilizó en un satélite especial en 1983 para obtener información sobre las ondas infrarrojas en el espacio.
- Los superfluidos pueden utilizarse en giroscopios, para ayudar a las máquinas a predecir información sobre los movimientos de la gravedad que no se puede captar sólo con los instrumentos habituales.
- Se utilizó un tipo de superfluido para atrapar y ralentizar un haz de luz desde su velocidad normal de 670.600.000 mph (1.079.000.000 km/h) a sólo 38,03 mph (62,2 km/h). Esto significa que el haz de luz se movía a 0,00000567104 % de su velocidad en el vacío, es decir, 17 millones de veces más lento.
También existe otro estado de la materia llamado supersólido, aunque su formación es más compleja.