Volcanes submarinos: definición, tipos y erupciones
Los volcanes submarinos son volcanes que se encuentran bajo la superficie de los océanos del mundo. Estos volcanes presentan diversas formas. Muchos crean montes submarinos con forma de cono o guyots de cima plana.
Los volcanes en el océano se desarrollan a partir de grietas o agujeros en la superficie submarina de la tierra. Los cambios en el fondo del océano se producen cuando el magma fluye o entra en erupción desde un lugar que está bajo el agua.
La presencia de agua altera las características de una erupción volcánica.
¿Qué son y cómo se forman?
Un volcán submarino es una estructura geológica formada por la acumulación de material magmático (lava, cenizas, fragmentos) bajo la columna de agua. Se originan en zonas tectónicas activas: límites divergentes (dorsales oceánicas), zonas de subducción, fallas transformantes y puntos calientes (hotspots). El magma asciende por fracturas del lecho marino y, al encontrar agua fría y a alta presión, experimenta procesos físicos y químicos distintos a los de los volcanes en tierra.
Tipos principales
- Montes submarinos (seamounts): conos volcánicos aislados cuyos picos no alcanzan la superficie. Pueden formarse en cadenas vinculadas a puntos calientes o a la actividad de dorsales.
- Guyots: montes submarinos erosionados cuya cima es plana; indican que en algún momento estuvieron cerca o por encima del nivel del mar y luego se hundieron.
- Dorsales oceánicas: extensas zonas volcánicas donde se genera nueva corteza oceánica; las erupciones suelen ser efusivas y forman lava basáltica.
- Volcanes de subducción: asociados a arcos volcánicos, pueden generar edificaciones submarinas que, en algunos casos, emergen como islas volcánicas.
- Volcanes volcánicos explosivos submarinos: cuando hay interacción violenta entre agua y magma se producen erupciones más fragmentarias y explosivas.
Características de las erupciones submarinas
La interacción magma-agua modifica la dinámica eruptiva:
- Enfriamiento rápido: la lava en contacto con agua fría forma estructuras llamadas pillow lavas (coladas almohadilladas) y genera vidrio volcánico.
- Explosividad por choque térmico: la descompresión y el contacto súbito con agua pueden fragmentar el magma en polvo y lapilli, formando depósitos de hyaloclastita.
- Formación de chimeneas hidrotermales: tras la actividad magmática, fluidos calientes ricos en minerales pueden emerger creando fumarolas negras (black smokers) y acumulaciones de sulfuros metálicos.
- Emisión de gases: las erupciones liberan vapor y gases (CO2, SO2, H2S) que, según la magnitud y profundidad, pueden alterar químicamente el agua circundante.
- Posibilidad de tsunamis: episodios explosivos, colapsos de flancos volcánicos o avalanchas submarinas pueden generar olas peligrosas en la superficie.
Impactos y riesgos
- Riesgos locales: descargas de gases, emisión de material piroclástico y eyecciones que pueden afectar embarcaciones y fauna marina cercana.
- Tsunamis: grandes deslizamientos submarinos o explosiones superficiales pueden provocar olas costeñas.
- Alteración de la química oceanográfica: cambios en temperatura, pH y concentraciones de metales disueltos pueden modificar ecosistemas locales.
- Navegación y pescadores: flotación de pumita o cambios en la profundidad pueden suponer peligros para barcos y redes.
Ecosistemas asociados
Los volcanes submarinos y las chimeneas hidrotermales sostienen comunidades únicas basadas en la quimiosíntesis (organismos que obtienen energía de reacciones químicas, no de la luz). Entre los organismos emblemáticos están los gusanos tubícolas, mejillones, camarones y bacterias quimioautótrofas. Estos ecosistemas tienen gran valor científico y biológico por su endemismo y adaptaciones extremas.
Detección y monitoreo
- Sismología submarina: redes de sismógrafos y detectores sísmicos registran la actividad magmática.
- Sondeos acústicos y batimetría: el mapeo con sonar multihaz permite detectar cambios topográficos y nuevos conos volcánicos.
- Satélites: la altimetría satelital puede alertar sobre pequeñas variaciones en la superficie del mar asociadas a grandes erupciones.
- Vehículos ROV/AUV y buques de investigación: permiten observación directa, muestreo de fluidos y fauna, y mediciones químicas.
Importancia geológica y económica
Los volcanes submarinos son fundamentales para la creación de corteza oceánica y la renovación de materiales químicos del océano. Además, las chimeneas hidrotermales concentran metales valiosos (sulfuro de cobre, zinc, oro), lo que ha generado interés por la minería de fondos marinos; sin embargo, la extracción plantea retos ambientales y técnicos importantes.
Ejemplos conocidos
- Axial Seamount (dorsal de Juan de Fuca): volcán submarino activo investigado por su ciclo eruptivo repetido.
- Loʻihi (Hawái): volcán submarino en desarrollo que podría, con el tiempo, emerger como isla.
- Kick 'em Jenny (Mar Caribe): volcán submarino cercano a islas habitadas que representa un riesgo para navegación y tsunamis locales.
En resumen, los volcanes submarinos son elementos dinámicos del planeta que influyen en la geología, la química y la biología del océano. Su estudio combina geofísica, geología marina, química y biología para comprender procesos que no solo modelan el fondo marino, sino que también pueden afectar a la superficie y a las comunidades humanas cercanas.


La lava sobrecalentada fue fotografiada por un robot submarino operado a distancia a más de 1.000 metros de profundidad
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