Incendios forestales en Brasil (2020): impacto en la Amazonía y el Pantanal
Impacto de los incendios forestales en Brasil 2020: devastación en la Amazonía y el Pantanal, datos satelitales, pérdida de biodiversidad y consecuencias ambientales y sociales.
Los incendios forestales de Brasil de 2020 son un grupo de incendios forestales que comenzaron a quemar las selvas tropicales de Brasil en junio de 2020 y han continuado hasta septiembre de 2020. Más del 12% de todas las plantas de la selva del Pantanal se habían quemado en agosto de 2020.
En junio de 2020, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil dijo que sus satélites habían tomado imágenes de 2.248 incendios. En junio de 2019, se habían producido 1.880 incendios.
Causas principales
- Deforestación y uso del fuego para abrir tierras: gran parte de los incendios están relacionados con prácticas de limpieza de terrenos para la ganadería y la agricultura (tala y quema), tanto legales como ilegales.
- Condiciones climáticas: episodios de sequía, temperaturas elevadas y vientos favorecen la propagación rápida del fuego.
- Acciones humanas directas: incendios intencionales o negligencia (quemas controladas que se descontrolan).
- Debilidad en la fiscalización: reducción de recursos y cambios en políticas ambientales dificultaron la prevención y la detección temprana en 2020.
Extensión y datos claves
- Los focos detectados por satélites en 2020 mostraron un aumento frente a años anteriores; junio de 2020 registró más incendios que junio de 2019 según el INPE.
- Las regiones más afectadas incluyeron grandes sectores de la Amazonía, el Pantanal (el humedal tropical más grande del mundo) y partes del Cerrado, bioma insignia del centro-oeste de Brasil.
- Además del área quemada, los incendios generaron grandes columnas de humo que afectaron la calidad del aire a cientos de kilómetros.
Impacto ambiental
- Pérdida de biodiversidad: hábitats críticos para especies endémicas y en peligro (mamíferos, aves, reptiles) fueron destruidos o degradados.
- Degradación del suelo y cambios hidrológicos: la quema intensa reduce la capa orgánica del suelo, disminuye su capacidad de retener agua y facilita la erosión.
- Emisiones de carbono: la combustión liberó grandes cantidades de CO2 y otros gases, contribuyendo al calentamiento global y reduciendo la capacidad de la región como sumidero de carbono.
Impacto en la salud humana y en poblaciones locales
- El humo afectó la calidad del aire en ciudades y zonas rurales: aumento de problemas respiratorios, irritación ocular y riesgo especial para personas con asma, ancianos y niños.
- Comunidades indígenas y tradicionales sufrieron pérdida de recursos, alimentos, sitios sagrados y desplazamientos forzados.
- La interrupción de la actividad económica local (pesca, recolección, turismo) agravó la vulnerabilidad social y económica.
Respuesta, polémicas y colaboración internacional
- Organismos nacionales e internacionales, ONGs y brigadas locales participaron en las tareas de extinción y rescate de fauna, pero enfrentaron limitaciones logísticas y de financiamiento.
- Hubo críticas internas y presión internacional sobre la gestión del gobierno brasileño, acusada por algunos sectores de minimizar los incendios y de debilitar las agencias ambientales.
- Diversos países y entidades ofrecieron ayuda técnica y recursos; emergió un debate sobre la necesidad de cooperación multinacional para proteger biomas de importancia global.
Consecuencias a medio y largo plazo
- La pérdida de cobertura forestal puede acelerar procesos de degradación que dificultan la recuperación natural, aumentando la probabilidad de nuevos incendios en años siguientes.
- Alteraciones en ciclos hidrológicos pueden afectar la disponibilidad de agua en cuencas importantes y la productividad agrícola regional.
- Los daños a ecosistemas clave reducen la resiliencia frente al cambio climático y la capacidad de las comunidades locales para adaptarse.
Medidas de prevención y recuperación
- Fortalecer la vigilancia satelital y los sistemas de detección temprana, junto con presencia territorial para una respuesta rápida.
- Restauración activa de zonas quemadas mediante reforestación con especies nativas y recuperación del suelo.
- Promover prácticas agropecuarias sostenibles que reduzcan la necesidad de quemas y apoyar alternativas económicas para productores.
- Reconocer y proteger los derechos territoriales de comunidades indígenas y tradicionales, cuyo manejo del territorio suele favorecer la conservación.
- Cooperación internacional para financiamiento, capacitación y tecnología aplicada a la prevención de incendios y restauración ecológica.
Conclusión
Los incendios de 2020 en Brasil evidenciaron la interacción entre actividades humanas, políticas públicas y condiciones climáticas, con efectos severos sobre ecosistemas globalmente relevantes como la Amazonía y el Pantanal. La recuperación requiere acciones coordinadas de corto y largo plazo: control efectivo de incendios, restauración ecológica, políticas que desalienten la deforestación y el apoyo a las comunidades locales para construir modelos productivos sostenibles.
Causa
Es normal que haya algunos incendios en los bosques tropicales. Algunos son causados por rayos. Pero los expertos dicen que la mayoría de los incendios forestales de 2020 fueron provocados por el ser humano. Las fotos de satélite de los nuevos incendios muestran que la mayoría de ellos se iniciaron a lo largo de las carreteras que se adentran en las tierras de los pueblos indígenas que viven en Brasil.
Los científicos medioambientales afirman que una época con un clima muy seco agravó los incendios. En 2020, Brasil vivió su peor sequía en 50 años. Otros expertos afirman que la pandemia de COVID-19 también empeoró los incendios porque los organismos gubernamentales estaban demasiado ocupados para combatirlos.
El bombero Alexandre Pereira, que trabaja en Mato Grosso do Sur, dijo que más del 95% de los incendios en su estado habían sido provocados por personas.
El ecologista Carlos Rittl, del Instituto de Estudios Avanzados de Sostenibilidad de Alemania, culpó al presidente brasileño Jair Bolsonaro, que alentó a la gente a iniciar incendios. También debilitó al IBAMA, la agencia medioambiental de Brasil, para que no pudiera combatir los incendios ni castigar a las personas que los provocaban.
Bolsonaro dijo que los pueblos indígenas comenzaron los incendios, pero las fotografías tomadas desde naves que orbitan la Tierra muestran que los incendios no comenzaron en tierras indígenas. Bolsonaro ha dicho que quiere que la gente pueda iniciar granjas y minas en la tierra que la ley dice que pertenece a los indígenas brasileños.
Pueblos indígenas
Estos incendios son perjudiciales para los pueblos indígenas de Brasil porque queman los alimentos que se comerían. El humo de los incendios en algunas zonas se traslada a otras, perjudicando la salud de las personas.
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