Otto Loewi: médico y Nobel que descubrió la transmisión química sináptica

Otto Loewi (3 de junio de 1873 - 25 de diciembre de 1961) fue un médico alemán. Ganó el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1936, junto con Henry Hallett Dale, por sus descubrimientos sobre la transmisión química de los impulsos nerviosos

En su experimento más famoso, Loewi tomó líquido de un corazón de rana con latido lento y lo aplicó a otro. Eso ralentizó el segundo corazón. Esto demostró que la señalización sináptica utilizaba mensajeros químicos.

Ahora se sabe que hay dos tipos diferentes de sinapsis nerviosas. Un tipo libera sustancias químicas y es una sinapsis neurotransmisora. La otra es una sinapsis eléctrica que transmite cargas de voltaje a través de las uniones entre las células nerviosas.

Contexto y descripción del experimento

El experimento clásico de Loewi se realizó con dos corazones aislados de rana, cada uno mantenido en su propia cubeta con solución fisiológica. Al estimular el nervio vago del primer corazón se observó una disminución de su frecuencia. Loewi recogió el fluido que rodeaba a ese primer corazón y lo aplicó al segundo corazón, que no había sido estimulado directamente; el segundo corazón también presentó la misma disminución en la frecuencia. Ese resultado mostró que la acción del nervio vago liberaba una sustancia soluble que podía transmitir el efecto a otro tejido cardiaco, probando la existencia de una transmisión química entre nervio y órgano.

Loewi llamó a esa sustancia hipotética “vagusstoff” (la “sustancia del vago”). Más tarde se identificó como acetilcolina, un neurotransmisor fundamental en muchas sinapsis del sistema nervioso autónomo y central. La demostración de Loewi resolvió un debate histórico entre quienes defendían la transmisión eléctrica y quienes proponían una transmisión química en las sinapsis.

El origen de la idea

La famosa anécdota cuenta que la idea del experimento le vino a Loewi en sueños; despertó, anotó el procedimiento y al día siguiente lo pudo llevar a cabo con éxito. Aunque el relato del sueño se ha contado muchas veces, lo esencial es que su diseño experimental fue simple, elegante y decisivo: la combinación de estimulación nerviosa, recogida de fluido y transferencia a un segundo órgano proporcionó evidencia directa de mensajeros químicos.

Importancia científica y legado

  • Confirmación de neurotransmisores: El trabajo de Loewi proporcionó la prueba experimental que apoyó la existencia de neurotransmisores químicos, lo que cambió la comprensión de la comunicación neuronal.
  • Identificación de la acetilcolina: La colaboración conceptual con los estudios de Henry Hallett Dale, que había aislado y descrito las propiedades de la acetilcolina, permitió asociar la sustancia liberada por el nervio vago con un compuesto químico concreto.
  • Impacto en farmacología y medicina: El descubrimiento abrió la puerta al desarrollo de fármacos que actúan sobre neurotransmisores (agonistas, antagonistas, inhibidores de la recaptación o de la degradación), con aplicaciones en cardiología, anestesia, neurología y psiquiatría.
  • Base para la neurociencia moderna: La demostración de que la comunicación neuronal puede ser química sentó las bases para el estudio de numerosos neurotransmisores (dopamina, serotonina, noradrenalina, GABA, glutamato, entre otros) y de los mecanismos sinápticos implicados en aprendizaje, memoria y comportamiento.

Trayectoria personal y profesional

Otto Loewi desarrolló su carrera investigadora en Europa central, donde realizó la mayoría de sus trabajos fundamentales. Debido a los acontecimientos políticos de la década de 1930 y por su origen judío, se vio obligado a trasladarse fuera de Europa; más tarde continuó su labor científica en otros países. Su contribución fue reconocida con numerosos honores, siendo el Premio Nobel de 1936 el más destacado.

Tipos de sinapsis: química vs eléctrica

El experimento de Loewi aclara el funcionamiento de las sinapsis químicas: una neurona libera moléculas señal (neurotransmisores) en la hendidura sináptica, que se unen a receptores en la célula postsináptica y generan una respuesta. Por contraste, las sinapsis eléctricas están mediadas por uniones gap que permiten el paso directo de corriente iónica entre células, produciendo transmisión muy rápida pero menos modulable que la química. Ambos tipos existen y cumplen funciones complementarias en el sistema nervioso.

Resumen

Otto Loewi demostró con un experimento sencillo pero decisivo que la comunicación entre nervios y órganos puede realizarse mediante moléculas liberadas por el nervio. Ese hallazgo —la existencia de mensajeros químicos como la acetilcolina— transformó la fisiología, la farmacología y la neurociencia, y le valió el Premio Nobel compartido con Henry Dale.


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