Accidente ferroviario de Ladbroke Grove (1999): colisión junto a Paddington

Accidente ferroviario de Ladbroke Grove (1999): choque mortal junto a Paddington, causas, investigaciones y lecciones clave para la seguridad ferroviaria.

Autor: Leandro Alegsa

El accidente ferroviario de Ladbroke Grove fue un accidente ferroviario frente a la estación de Paddington, Ladbroke Grove, en Londres, el 5 de octubre de 1999, a primera hora de la mañana. En él se vieron implicados dos trenes, uno de Thames Trains y otro de First Great Western.

Qué ocurrió

El accidente se produjo cuando uno de los trenes pasó una señal en rojo (un SPAD, por sus siglas en inglés) e invadió la vía principal por la que circulaba en sentido contrario el tren rápido de First Great Western. La colisión fue frontal y de gran violencia, con múltiples vagones descarrilados y graves daños materiales.

Víctimas y heridas

Como consecuencia del choque 31 personas fallecieron y alrededor de 520 resultaron heridas, muchas de ellas con lesiones graves. Además de los fallecidos y heridos, el accidente dejó un profundo impacto psicológico en supervivientes, familiares y empleados ferroviarios.

Causas y responsabilidades

  • La investigación mostró que la causa inmediata fue el paso de una señal en rojo por parte del tren de Thames Trains.
  • El informe público, presidido por Lord Cullen, identificó también problemas sistémicos: formación y supervisión insuficientes de personal, deficiencias en el diseño y la visibilidad de las señales, y fallos en la gestión de la seguridad por parte de la empresa responsable de la infraestructura (Railtrack).
  • No existía en ese momento en la zona un sistema automático eficaz para detener o advertir a un tren que atraviesa una señal en peligro, lo que agravó las consecuencias del error humano.

Investigación pública y recomendaciones

La investigación pública dirigida por Lord Cullen emitió uno o varios informes que concluyeron que el accidente fue el resultado de una combinación de error humano y deficiencias organizativas. Entre las recomendaciones principales se encontraban:

  • Implantación rápida de sistemas de protección automática, especialmente el Train Protection & Warning System (TPWS), para reducir las consecuencias de los SPAD.
  • Mejora de la formación, evaluación y certificación de los conductores.
  • Revisión y mejora del diseño y la colocación de las señales para garantizar su visibilidad.
  • Reformas en la gestión de la seguridad de la infraestructura ferroviaria y mayor supervisión regulatoria.

Consecuencias y cambios en la seguridad ferroviaria

  • Se aceleró la instalación del TPWS en gran parte de la red ferroviaria británica y se avanzó en la introducción de sistemas de protección más completos.
  • Hubo cambios en la normativa sobre formación y competencia de conductores y en los procedimientos operativos.
  • Railtrack fue duramente criticada por su gestión de la seguridad; la crisis de confianza en la compañía contribuyó a su sustitución por Network Rail en 2002.
  • Se impulsaron reformas institucionales para mejorar la investigación de accidentes y la supervisión de la seguridad ferroviaria, entre ellas la creación de organismos más independientes para estudiar siniestros y recomendar medidas.

Procesos legales y memoria

Tras el accidente se abrieron expedientes y procesos judiciales contra las compañías implicadas, que resultaron en sanciones y en un mayor escrutinio público de las prácticas de seguridad. También se organizaron homenajes y actos conmemorativos para las víctimas y se mantienen recordatorios públicos del suceso.

Legado

El accidente de Ladbroke Grove supuso un punto de inflexión para la seguridad ferroviaria en el Reino Unido. Las lecciones extraídas motivaron mejoras técnicas, operativas y reguladoras destinadas a reducir el riesgo de que se repitan accidentes similares, así como a reforzar la cultura de la seguridad en todo el sector.

Eventos

Un tren de Thames Trains salió de la estación de Londres Paddington con destino a Bedwyn, en Wiltshire, a las 08:06 horas.

Se trataba de un "Thames Turbo", pintado con los colores de Network SouthEast y compuesto por 3 vagones.

En Ladbroke Grove Junction, los trenes cambiaron a la ruta habitual, una vía para los trenes que se alejan de Londres y la otra para los que se dirigen a Londres.

Debería haber parado ante una señal roja y haber esperado hasta poder hacerlo con seguridad, pero no se detuvo ante la señal (lo que se denomina Señal Pasada en Peligro o SPAD).

Chocó casi frontalmente con un tren de la compañía First Great Western procedente de Cheltenham Spa, en Gloucestershire, después de que la señal cambiada no lograra detener el tren.

El tren era un tren de alta velocidad diesel, con 8 vagones y dos locomotoras, una en cada extremo.

Los dos vagones delanteros del Thames Turbo quedaron completamente destruidos, y la locomotora delantera del tren de alta velocidad sufrió graves daños.

Como consecuencia, el gasóleo del Thames Turbo se dispersó y se incendió, lo que provocó distintos incendios en los restos, especialmente en el vagón H del tren de alta velocidad, que quedó completamente calcinado por el fuego.

Los conductores de ambos trenes murieron en el accidente. En total, murieron 31 personas: 24 personas del Thames Turbo y 6 del tren de alta velocidad murieron en el propio accidente, mientras que otra persona murió en el incendio. 523 personas resultaron heridas, de las cuales 227 fueron trasladadas al hospital. Las 296 personas restantes fueron atendidas en el lugar del accidente.

 

Causa

La causa inmediata fue que el Thames Turbo no se detuvo ante una señal roja en el cruce de Ladbroke Grove. La señal anterior era ámbar, lo que debería haber preparado al conductor para la señal roja. Como el conductor murió, fue difícil averiguar por qué no se detuvo ante la señal. Un año después, Lord Cullen llevó a cabo una investigación.

 

Factores que contribuyen

Lord Cullen tomó nota del hecho de que la línea ferroviaria de London Paddington era propensa a que los trenes no se detuvieran ante la misma señal roja que pasaba el Thames Turbo.

Una de las razones por las que el conductor no se detuvo fue que le resultaba difícil ver la señal. Era muy temprano y el sol estaba muy bajo en el cielo. Esto hacía que la señal ámbar fuera difícil de ver. Además, se habían colocado líneas eléctricas aéreas para la circulación del Heathrow Express, lo que oscurecía aún más las señales.

El accidente también se produjo poco después de que el conductor del Turbo del Támesis se hubiera cualificado, tras sus dos semanas de formación. El formador no le informó de la señal y más tarde afirmó que "no estaba allí para enseñar las rutas" y que estaba "totalmente allí para enseñar a conducir un Turbo". Thames Trains tampoco tenía un sistema de examen estandarizado para los conductores, ni criterios claros de aprobado o suspenso. El maquinista había estado en la Marina y tenía poca experiencia en el ferrocarril, y se había cualificado 13 días antes que los maquinistas de British Rail (British Rail tampoco permitía a los nuevos maquinistas conducir en rutas difíciles como la Great Western Main Line entre Londres y Bristol, en la que ocurrió este accidente, hasta que adquirieran experiencia en rutas más fáciles).

Otra razón fue que el Thames Turbo había sido equipado con un sistema de seguridad llamado ATP (protección automática del tren), que habría detenido el tren si no se detuviera ante una señal roja, pero estaba desconectado. El ATP del tren de alta velocidad también estaba desconectado. Aunque se recomendó tras un accidente ferroviario en Clapham Junction muchos años antes, había resultado molesto en el pasado y ninguna empresa exigía que sus trenes lo tuvieran en funcionamiento y encendido.

 

Después del evento

El 5 de abril de 2004, Thames Trains recibió una multa de 2 millones de libras esterlinas por infringir las leyes de salud y seguridad en relación con el accidente.

El 31 de octubre de 2006, 7 años y 26 días después del accidente, Network Rail se declaró culpable de los cargos que se le imputaban en virtud de la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo de 1974, se le impuso una multa de 4 millones de libras y se le ordenó el pago de otras 225.000 libras.

Tanto la locomotora delantera del tren de alta velocidad como la del Thames Turbo fueron dadas de baja. El vagón trasero del Thames Turbo, sin embargo, es ahora una pieza de recambio.

Se creó un jardín conmemorativo junto a la Great Western Main Line, cerca de la estación de Paddington, junto al aparcamiento de un supermercado Sainsbury's.

 


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