Enfermedad de Chagas: qué es, cómo se contagia y cómo tratarla

Enfermedad de Chagas: descubre qué es, cómo se contagia, síntomas y tratamientos antiparasitarios, y medidas de prevención para detectar y protegerte a tiempo.

Autor: Leandro Alegsa

La enfermedad de Chagas es una infección causada por el parásito protozoario Trypanosoma cruzi. También se la denomina tripanosomiasis americana y es endémica en gran parte de América Central y del Sur, aunque por movimientos de población actualmente hay casos en zonas no endémicas. Se estima que entre ocho y once millones de personas pueden estar infectadas, y muchas de ellas no saben que lo están.

Carlos Chagas describió la enfermedad en 1909. El ser humano suele infectarse por la picadura de un chinche hematófago de la subfamilia Triatominae (conocidos como vinchucas, barbeiros o kissing bugs). Además de la transmisión por vector, la enfermedad puede propagarse por transfusión de sangre, trasplante de órganos, por ingestión de alimentos contaminados con el parásito (transmisión oral) y por transmisión congénita: las mujeres embarazadas pueden contagiar al feto. También se han descrito casos por contaminación accidental en laboratorios.

Cómo se contagia

  • Picadura del insecto vector: el insecto defeca cerca de la herida; el parásito presente en las heces puede entrar por la mucosa o una solución de continuidad cuando la persona se rasca.
  • Transmisión congénita: de madre infectada a bebé durante el embarazo o el parto.
  • Transfusiones y trasplantes: si no se realiza cribado adecuado de sangre u órganos.
  • Transmisión oral: consumo de alimentos o bebidas contaminadas con heces del insecto infectado (se han registrado brotes alimentarios).
  • Reactivación en inmunodeprimidos: en personas con sida o sometidas a inmunosupresión puede reactivarse una infección latente.

Síntomas y fases

La enfermedad de Chagas presenta varias fases con diferente presentación clínica:

  • Fase aguda: dura semanas a pocos meses tras la infección. Puede ser asintomática o producir fiebre, malestar general, inflamación local en el punto de entrada (chagoma) o el signo de Romaña (edema palpebral unilateral cuando la entrada fue por el ojo), linfadenopatía y hepatoesplenomegalia. En algunos casos se complica con miocarditis o meningoencefalitis, potencialmente graves.
  • Fase indeterminada: tras la fase aguda muchas personas permanecen asintomáticas durante años o décadas; el parásito persiste y las pruebas serológicas son positivas, pero no hay signos clínicos ni alteraciones en estudios complementarios.
  • Fase crónica: puede desarrollarse años o décadas después en aproximadamente 20–30% de los infectados. Afecta principalmente al corazón (cardiomiopatía chagásica con arritmias, insuficiencia cardíaca, tromboembolismo) y al aparato digestivo (megaesófago, megacolon con disfagia, estreñimiento y complicaciones nutricionales). La progresión y gravedad varían entre individuos.

Además, en personas con inmunosupresión puede producirse una reactivación aguda con síntomas graves.

Diagnóstico

  • Fase aguda: se detecta el parásito en sangre periférica mediante frotis, microhematocrito o técnicas de concentración. La PCR también es útil y cada vez más empleada.
  • Fase crónica: el diagnóstico se basa en pruebas serológicas que detectan anticuerpos (ELISA, IFA u otras). Para confirmar se recomienda habitualmente la positividad en dos pruebas serológicas diferentes. La PCR puede ser útil en casos específicos (por ejemplo, seguimiento de tratamiento, infección congénita o reactivación).

Tratamiento

Existen fármacos antiparasitarios efectivos, especialmente cuando se administran en fases tempranas:

  • Benznidazol y nifurtimox son los medicamentos antiparasitarios utilizados. Son más eficaces en la fase aguda, en la infección congénita y en niños. Su eficacia en la fase crónica establecida es menor, pero el tratamiento puede reducir la progresión de la enfermedad en pacientes más jóvenes y está indicado en muchos casos crónicos, dependiendo de la edad y comorbilidades.
  • Duración y dosis varían según la edad y el medicamento; ambos pueden producir efectos adversos (erupción cutánea, neuropatía periférica, alteraciones hematológicas y hepáticas, anorexia, náuseas). Es necesario seguimiento médico con controles clínicos y analíticos durante el tratamiento.
  • Contraindicaciones y embarazo: el benznidazol y el nifurtimox están contraindicados en el embarazo; sin embargo, los neonatos infectados deben recibir tratamiento lo antes posible.
  • Tratamiento de las complicaciones crónicas: la cardiomiopatía chagásica se maneja con terapia estándar para insuficiencia cardíaca, antiarrítmicos, dispositivos (marcapasos, desfibriladores) y, en casos seleccionados, trasplante cardíaco. El megaesófago y el megacolon pueden requerir tratamiento endoscópico o quirúrgico y manejo nutricional.

Prevención y control

  • Control del vector: mejoras en la vivienda, insecticidas residuales y métodos de control vectorial para eliminar o reducir las colonias de Triatominae.
  • Cribado de sangre y órganos: pruebas sistemáticas en donantes para evitar transmisiones por transfusión o trasplante.
  • Prevención de transmisión congénita: cribado de mujeres en edad reproductiva y seguimiento de embarazadas infectadas y de sus recién nacidos.
  • Higiene alimentaria: control y medidas de seguridad en la producción de alimentos susceptibles de contaminación para evitar brotes por vía oral.
  • Información y educación: campañas comunitarias para identificar el vector, promover viviendas seguras y fomentar la realización de pruebas diagnósticas en personas en riesgo.

Qué hacer si sospechas infección

  • Acudir a servicios de salud para evaluación y pruebas si has vivido o viajado a zonas endémicas, si fuiste mordido por un chinche triatomino, si recibiste transfusiones/trasplantes sin cribado o si eres madre con posible infección.
  • Si recibes diagnóstico positivo, recibir orientación sobre tratamiento, seguimiento y medidas para prevenir la transmisión a otras personas.

Las estrategias de control combinan la eliminación del insecto vector, el cribado de sangre y órganos, la atención a la seguridad alimentaria y la detección temprana en mujeres embarazadas y recién nacidos. Consultar siempre con profesionales de salud especializados para diagnóstico, tratamiento y manejo de complicaciones.

Preguntas y respuestas

P: ¿Qué es la enfermedad de Chagas?



R: La enfermedad de Chagas es una enfermedad causada por el parásito protozoario Trypanosoma cruzi.

P: ¿Qué otros nombres recibe la enfermedad de Chagas?



R: La enfermedad de Chagas también se conoce como tripanosomiasis americana.

P: ¿Dónde es frecuente la enfermedad de Chagas?



R: La enfermedad de Chagas es común en América Central y del Sur.

P: ¿Cómo suele contraer el ser humano la enfermedad de Chagas?



R: Los seres humanos suelen infectarse al ser picados por un insecto hematófago de la subfamilia Triatominae.

P: ¿De qué otras formas se puede contagiar la enfermedad de Chagas?



R: La enfermedad de Chagas también puede contagiarse por transfusión de sangre, trasplante de órganos o ingestión de alimentos contaminados con el parásito. Las mujeres embarazadas pueden contagiarla al feto.

P: ¿Cuáles son las etapas de la enfermedad de Chagas?



R: La enfermedad consta de cuatro etapas.

P: ¿Cómo se trata la enfermedad de Chagas?



R: La enfermedad de Chagas puede curarse con medicamentos antiparasitarios.


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