William Saroyan
William Saroyan (armenio: Վիլյամ Սարոյան) (31 de agosto de 1908 - 18 de mayo de 1981) fue un autor estadounidense que escribió muchas obras de teatro y relatos cortos sobre el hecho de haber crecido empobrecido como hijo de inmigrantes armenios. Estas historias fueron muy populares durante la Gran Depresión. Saroyan creció en Fresno, el centro de los armenio-americanos en California, donde se ambientan muchas de sus obras (aunque a veces daba a la ciudad un nombre ficticio).
Cuando se le preguntó cómo se decía su nombre, dijo a The Literary Digest: "En armenio es sor-row'yan, con acento en la fila. En Estados Unidos se pronuncia mal con... 'roy'".
Vida
Saroyan nació en Fresno, California, hijo de un inmigrante armenio. Su padre se trasladó a Nueva Jersey en 1905; era propietario de un pequeño viñedo y se había educado como ministro presbiteriano. En un momento dado, su padre se vio obligado a realizar trabajos agrícolas, y murió en 1911. A la edad de cuatro años, William Saroyan fue internado en el orfanato Fred Finch de Oakland, California, junto con su hermano y su hermana, una experiencia que describió posteriormente en sus escritos. Cinco años después, la familia se reunió en Fresno, donde su madre, Takoohi, había conseguido trabajo en una fábrica de conservas.
Citas
- "El escritor es un anarquista espiritual, como lo es todo hombre en el fondo de su alma. Está descontento con todo y con todos. El escritor es el mejor amigo de todo el mundo y el único enemigo verdadero: el buen y gran enemigo. No camina con la multitud ni aclama con ella. El escritor que es escritor es un rebelde que nunca se detiene". (de The William Saroyan Reader, 1958)
- "Me gustaría que cualquier potencia del mundo destruyera esta raza, esta pequeña tribu de gente sin importancia, cuyas guerras se han librado y perdido todas, cuyas estructuras se han desmoronado, la literatura no se lee, la música no se escucha y las oraciones ya no tienen respuesta. Adelante, destruye Armenia. Vean si pueden hacerlo. Envíalos al desierto sin pan ni agua. Quemen sus casas e iglesias. Entonces vea si no ríen, cantan y rezan de nuevo. Porque cuando dos de ellos se reúnan en cualquier parte del mundo, a ver si no crean una Nueva Armenia".