Sufragio femenino en Estados Unidos: historia y la Decimonovena Enmienda 1920
El sufragio femenino (el derecho al voto) en Estados Unidos comenzó lentamente, a nivel estatal y local, durante el siglo XIX y principios del XX, y terminó en 1920 con la aprobación de la Decimonovena Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, que establecía: "El derecho de los ciudadanos de los Estados Unidos a votar no será negado o restringido por los Estados Unidos o por cualquier estado en razón del sexo".
Los orígenes del movimiento sufragista se remontan a reuniones como la Convención de Seneca Falls (1848), donde líderes como Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott redactaron la Declaración de Sentimientos, exigiendo igualdad política y civil. A lo largo de las décadas siguientes surgieron organizaciones y activistas clave —entre ellas Susan B. Anthony, quien fue arrestada por votar en 1872— que combinaron campañas locales y estatales con esfuerzos para lograr una enmienda constitucional.
Las estrategias del movimiento incluyeron:
- • Campañas estatales y territoriales: varios territorios y estados del Oeste, como Wyoming, Colorado, Utah e Idaho, extendieron el voto a las mujeres antes de 1920.
- • Organización nacional: la National American Woman Suffrage Association (NAWSA), dirigida por figuras como Susan B. Anthony y posteriormente Carrie Chapman Catt, promovió un plan mixto estatal/nacional; la más militante National Woman's Party (NWP), liderada por Alice Paul y Lucy Burns, utilizó protestas públicas, marchas (por ejemplo la Procesión de 1913 en Washington) y piquetes frente a la Casa Blanca.
- • Presión durante la Primera Guerra Mundial: la participación de las mujeres en la economía y el esfuerzo bélico fortaleció el argumento a favor de su inclusión plena en la vida política.
En el plano constitucional, el Congreso aprobó la propuesta de la Decimonovena Enmienda el 4 de junio de 1919; para entrar en vigor debía ser ratificada por tres cuartas partes de los estados. El 18 de agosto de 1920 Tennessee se convirtió en el estado número 36 en ratificarla, lo que aseguró la adopción formal de la enmienda; su certificación oficial fue firmada por el Secretario de Estado Bainbridge Colby el 26 de agosto de 1920.
Es importante señalar limitaciones y exclusiones: aunque la Decimonovena Enmienda prohibió la negación del sufragio "por razón del sexo", no eliminó otras barreras legales y prácticas como pruebas de alfabetización, impuestos electorales y tácticas de intimidación que, sobre todo en el sur, siguieron impidiendo que muchas mujeres afroamericanas y otras minorías votaran. Además, algunas poblaciones (por ejemplo, muchos nativos americanos) no obtuvieron la ciudadanía plena hasta la Indian Citizenship Act de 1924, y no fue hasta la aprobación y aplicación de leyes posteriores —en particular la Voting Rights Act de 1965— cuando se combatieron con mayor eficacia las discriminaciones raciales en el voto.
Legado: la aprobación de la Decimonovena Enmienda marcó un hito fundamental en la ampliación de la democracia en Estados Unidos y abrió el camino para la participación política femenina masiva y el acceso gradual a cargos públicos. Sin embargo, la experiencia muestra que la garantía formal del derecho no siempre basta: su efectividad depende de la eliminación de barreras prácticas y de la vigilancia y las políticas públicas que aseguren el ejercicio real del derecho al voto para todas las personas.
Comienzos
Lydia Chapin (Taft) (2 de febrero de 1712 - 9 de noviembre de 1778) fue una iniciadora del movimiento por el sufragio femenino en la América colonial. Fue la primera mujer a la que se le permitió votar legalmente en la América colonial. Tras la muerte de su acaudalado marido y de su hijo mayor, la familia se quedó sin un heredero adulto. La asamblea municipal de Uxbridge, Massachusetts, le concedió este derecho en 1756. Para la gran mayoría de las mujeres americanas, el derecho de voto para las mujeres no se concedió hasta mucho más tarde.