Philoctetes
Lo mató Filoctetes, un rey-héroe aqueo que había sido abandonado por los demás en la isla de Lemnos después de que la mordedura de una serpiente venenosa lo dejara incapacitado y le hiciera apestar la pierna. Filoctetes sobrevivió (ya sea solo, como sugiere Sófocles, o con la ayuda de la población local, como afirman la mayoría de las otras fuentes), y en el décimo año de la guerra los aqueos se enteraron de una profecía que les dictaba que debían traerlo de vuelta, si querían ver caer a Troya. Verás, Filoctetes había heredado el arco y las flechas de Hércules, que estaban bañados en la sangre de la Hidra de Lerna. Odiseo y Neoptólemo (con la ayuda del ahora difunto Hércules) persuadieron a Filoctetes para que volviera, y los hijos de Asclepio, Maquión y Podaleirio, le curaron la pierna. En su primer día de lucha, Filoctetes hirió mortalmente a Paris con sus flechas.