Gina Haspel: biografía y carrera de la primera directora de la CIA
Gina Cheri Haspel (nacida el 1 de octubre de 1956) es una oficial de inteligencia estadounidense. Haspel es la séptima y actual directora de la Agencia Central de Inteligencia desde el 21 de mayo de 2018 nombrada por el presidente Donald Trump. Antes, fue la 6ª directora adjunta de la CIA, nombrada por Trump en febrero de 2017.
El 13 de marzo de 2018, Haspel fue nominada por el presidente Trump para convertirse en directora de la CIA, en sustitución de Mike Pompeo. Es la primera mujer que ocupa el cargo. Fue aprobada para su confirmación por el Comité de Inteligencia del Senado el 16 de mayo por una votación de 10-5, con dos demócratas votando a favor. Prestó juramento el 21 de mayo.
Trayectoria y funciones en la CIA
Haspel desarrolló una carrera de décadas en la Agencia Central de Inteligencia, con amplio trabajo en operaciones clandestinas y puestos en estaciones en el extranjero. Durante su trayectoria ocupó cargos de responsabilidad en la dirección de operaciones, gestión de estaciones y en la sede central de la CIA, lo que la convirtió en una figura central dentro del aparato de inteligencia estadounidense y en una de las pocas oficiales de carrera que alcanzaron los puestos más altos.
Nombramiento, confirmación y responsabilidades
Su nominación a directora despertó gran atención mediática y política por dos motivos principales: por ser la primera mujer designada para dirigir la agencia y por su larga trayectoria en operaciones clandestinas. Tras la aprobación del comité de inteligencia, la votación en el pleno del Senado confirmó su nombramiento. Como directora, Haspel fue responsable de supervisar la recolección de inteligencia en el extranjero, las operaciones clandestinas aprobadas por la presidencia y la coordinación con otras agencias de seguridad nacional.
Controversias y críticas
La figura de Haspel estuvo rodeada de controversia debido a su vinculación con el programa de detenciones e interrogatorios de la CIA implementado tras los ataques del 11 de septiembre de 2001. Informes del pasado, incluida la investigación del Comité de Inteligencia del Senado sobre las prácticas de la CIA, documentaron técnicas de interrogatorio coercitivas y centros de detención secretos (los llamados “black sites”) que generaron críticas legales y éticas a nivel nacional e internacional.
En particular, a Haspel se le cuestionó por su papel en uno de esos centros y por su presunta participación en la destrucción de cintas de video que registraban interrogatorios. Sus partidarios sostuvieron que actuó conforme a órdenes superiores y que su experiencia operativa aportaba conocimiento vital para la agencia; sus críticos argumentaron que su historial hacía problemático su liderazgo en una institución que debía restaurar la confianza pública y respetar estándares legales y de derechos humanos.
Reformas y liderazgo
Durante su dirección, Haspel habló públicamente de la necesidad de mantener capacidades de inteligencia efectivas mientras se observa la legalidad y la supervisión del Congreso. La CIA bajo su mando continuó enfrentando retos como la modernización tecnológica, la lucha contra el terrorismo y la respuesta a amenazas de actores estatales y no estatales. También hubo énfasis en fortalecer los controles internos y la transparencia operativa dentro de los márgenes clasificados que exige la actividad de inteligencia.
Legado y valoración
El legado de Gina Haspel es mixto y suele evaluarse según perspectivas distintas: para parte del estamento político y de seguridad, su nombramiento representó la continuidad profesional y la experiencia en operaciones; para defensores de derechos humanos y algunos legisladores, su pasado vinculó su gestión a episodios polémicos del período post-11-S. La figura de Haspel abre debates sobre la rendición de cuentas, la ética en inteligencia y el balance entre seguridad y derechos civiles.
Vida personal
Haspel mantiene su vida privada lejos del foco público. Tradicionalmente se ha definido como una funcionaria de carrera centrada en su trabajo en la agencia, con pocos comentarios públicos sobre su vida personal. Como es habitual en altos cargos de inteligencia, muchos detalles biográficos y profesionales permanecen clasificados o poco difundidos por razones de seguridad operativa.
En conjunto, la carrera de Gina Haspel ilustra las tensiones inherentes al liderazgo en agencias de inteligencia: la necesidad de experiencia operativa para proteger la seguridad nacional y la exigencia simultánea de transparencia, supervisión y respeto por normas legales y éticas.
Vida temprana
Haspel nació como Gina Cheri Walker el 1 de octubre de 1956 en Ashland, Kentucky.
Haspel fue estudiante de la Universidad de Kentucky durante tres años y se trasladó para su último año a la Universidad de Louisville, donde se graduó en mayo de 1978.
Primeros años de carrera
Haspel se incorporó a la CIA en enero de 1985 como oficial de informes. Ocupó numerosos puestos encubiertos en el extranjero, en muchos de los cuales fue jefa de estación. Su primer destino sobre el terreno fue de 1987 a 1989 en Etiopía, Eurasia Central y Turquía, seguido de varios destinos en Europa y Eurasia Central de 1990 a 2001. De 1996 a 1998, Haspel fue jefa de estación en Bakú, Azerbaiyán.
Director Adjunto de la CIA
El 2 de febrero de 2017, el presidente Donald Trump nombró a Haspel subdirectora de la CIA. El 8 de febrero de 2017, muchos miembros del comité de inteligencia del Senado pidieron a Trump que cambiara su nombramiento de Haspel como subdirectora.
Director de la CIA (2018-presente)
El 13 de marzo de 2018, el presidente Donald Trump anunció que nombraría a Haspel como directora de la Agencia Central de Inteligencia, en sustitución de Mike Pompeo, que se convertiría en el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos. Haspel se convirtió en la primera mujer en ser directora permanente de la CIA.
Mucha gente se opuso a su nombramiento por su apoyo a la tortura y al submarino.
La confirmación de Haspel fue aprobada por el Comité de Inteligencia del Senado el 16 de mayo por 10 votos a favor y 5 en contra, con dos demócratas votando a favor. Al día siguiente, Haspel fue confirmada por el pleno del Senado, en una votación mayoritariamente partidista, 54-45.
Vida personal
Haspel se casó con Jeff Haspel en 1976. Se divorciaron en 1985. Haspel vive en Ashburn, Virginia.