Vértigo asociado a la migraña: qué es, síntomas, causas y tratamiento
Vértigo asociado a la migraña: descubre qué es, síntomas, causas y tratamientos efectivos para recuperar el equilibrio y mejorar tu calidad de vida.
Vértigo: una persona tiene la sensación de que el mundo que le rodea da vueltas, de que ella misma da vueltas o de que las vueltas están en su cabeza. El vértigo puede ser causado por diferentes condiciones médicas; cuando ocurre a causa de una migraña se llama vértigo asociado a la migraña. Puede ocurrir antes de que empiece la migraña o durante el dolor de cabeza, pero el vértigo es más frecuente durante el periodo de tiempo entre los dolores de cabeza. Muchas personas que padecen migrañas tienen como síntoma principal el vértigo o el mareo en lugar del dolor de cabeza.
Existen diferentes formas de vértigo asociadas a las migrañas, haciendo que la persona se sienta desde la sensación leve de mareo o inestabilidad hasta episodios intensos de giro que dificultan caminar o mantenerse en pie. La duración puede variar: algunos episodios duran segundos o minutos, otros horas o incluso días. El vértigo puede aparecer con otros síntomas como náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz (fotofobia), sensibilidad al sonido (fonofobia) y alteraciones visuales.
Síntomas más frecuentes
- Sensación de giro del entorno o de uno mismo (vértigo rotatorio).
- Mareo o sensación de desvanecimiento sin giro claro.
- Pérdida de equilibrio o inseguridad al caminar.
- Náuseas y vómitos durante los episodios intensos.
- Fotofobia y fonofobia o aumento de la sensibilidad sensorial típico de la migraña.
- Auras visuales o alteraciones visuales en algunos casos.
- En muchos pacientes el vértigo puede aparecer con poco o ningún dolor de cabeza.
Causas y desencadenantes
El mecanismo exacto del vértigo asociado a la migraña no se conoce por completo, pero se cree que involucra disfunción temporal en áreas cerebrales que procesan la información sensorial y vestibular, así como cambios en el flujo sanguíneo cerebral y en neurotransmisores (por ejemplo, serotonina). Factores que pueden desencadenar episodios incluyen:
- Factores clásicos de migraña: estrés, falta de sueño, cambios hormonales, ciertos alimentos (quesos curados, chocolate, vino tinto), cafeína o su retirada.
- Movimientos bruscos de la cabeza o estímulos visuales intensos (luces parpadeantes, pantallas).
- Otros estímulos sensoriales que provocan sobrecarga (ruido, multitudes).
Diagnóstico
El diagnóstico es clínico y lo realiza un profesional (médico de familia, neurólogo o especialista en otorrinolaringología). Se basa en la historia de episodios de vértigo relacionados temporalmente con características de migraña y la exclusión de otras causas.
Pruebas que pueden solicitarse para descartar otras causas:
- Exploración neurológica y otoneurológica detallada.
- Audiometría y pruebas vestibulares (calóricas, video-HIT, posturografía) si hay síntomas auditivos o sospecha de enfermedad del oído.
- Imágenes por neuroimagen (RM cerebral) si existen signos neurológicos focales o sospecha de enfermedad estructural.
- Análisis de sangre cuando se sospecha una causa metabólica o sistémica.
Diagnósticos diferenciales
- Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB).
- Enfermedad de Menière (suele acompañarse de pérdida auditiva fluctuante y acúfenos).
- Neuronitis vestibular o laberintitis.
- Ictus o eventos isquémicos del troncoencefalo (especialmente si hay signos neurológicos focales).
- Mareos por ansiedad, hipotensión ortostática u otras causas sistémicas.
Tratamiento
El tratamiento está dirigido a controlar los episodios agudos y, en muchos casos, a prevenir recurrencias. Debe individualizarse según la frecuencia y la gravedad de los episodios y la tolerancia a los fármacos.
Tratamiento agudo
- Reposo en ambiente oscuro y silencioso.
- Medicamentos para el mareo y las náuseas: antieméticos como metoclopramida u ondansetrón y antivertiginosos como meclizina o dimenhidrinato (según disponibilidad y tolerancia).
- Analgésicos o triptanes si el vértigo se acompaña de dolor de cabeza migrainoso y el paciente responde a estos fármacos.
- Benzodiacepinas de corta duración en casos selectos si existe ansiedad asociada o vértigo intenso (uso limitado por riesgo de dependencia y sedación).
Tratamiento preventivo
En episodios frecuentes o discapacitantes se pueden usar fármacos preventivos de la migraña, que a menudo reducen la frecuencia del vértigo:
- Betabloqueantes (ej. propranolol) en pacientes sin contraindicaciones.
- Antidepresivos tricíclicos (ej. amitriptilina) en dosis bajas.
- Anticonvulsivantes (ej. topiramato) en casos seleccionados.
- Bloqueadores de los canales de calcio (verapamilo) o flunarizina en países donde está disponible.
- Tratamientos más nuevos (p. ej. anticuerpos monoclonales contra CGRP) están en estudio y pueden ser útiles para algunos pacientes con migraña crónica; su papel específico en el vértigo asociado aún se investiga.
Rehabilitación vestibular
La terapia física vestibular (ejercicios de habituación y de equilibrio) puede mejorar la tolerancia al movimiento y reducir la inestabilidad entre episodios. Es especialmente útil cuando persisten síntomas crónicos o secuelas.
Medidas prácticas y estilos de vida
- Identificar y evitar desencadenantes personales (registro de episodios y relación con alimentos, sueño, estrés).
- Mantener horarios regulares de sueño, hidratación adecuada y alimentación equilibrada.
- Evitar luces brillantes y movimientos de cabeza bruscos durante episodios.
- Uso de gafas de sol en luz intensa y reducir el tiempo frente a pantallas en crisis agudas.
- Aprender maniobras de reposicionamiento si el diagnóstico concomitante es VPPB (si procede, tras confirmación diagnóstica).
Pronóstico
La evolución es variable: muchas personas mejoran con medidas preventivas y cambios de estilo de vida; otras pueden tener episodios recurrentes a lo largo de años. El vértigo asociado a migraña no suele causar pérdida auditiva progresiva (a diferencia de la enfermedad de Menière), pero puede afectar significativamente la calidad de vida y la capacidad laboral si no se trata adecuadamente.
Cuándo acudir al médico
- Si el vértigo es intenso, aparece de forma repentina y limita las actividades.
- Si hay signos neurológicos acompañantes: debilidad, visión doble, dificultad para hablar, pérdida de sensibilidad o falta de coordinación—estos requieren evaluación urgente.
- Si los episodios son frecuentes, empeoran o no responden a las medidas habituales.
- Si aparecen pérdida auditiva o acúfenos persistentes junto con el vértigo.
En resumen, el vértigo asociado a la migraña es una forma frecuente y tratable de vértigo. Con una evaluación adecuada, un plan de tratamiento individualizado (incluyendo medidas preventivas, medicamentos cuando proceden y rehabilitación vestibular) y cambios en el estilo de vida, muchos pacientes logran reducir la frecuencia e intensidad de los episodios y mejorar su bienestar.
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